El ambicioso proyecto de internet satelital de SpaceX sufrió este jueves una caída a nivel global que afectó a decenas de miles de usuarios. Starlink, que busca conectar zonas remotas mediante miles de satélites, experimentó una interrupción significativa que comenzó poco después de las 19:00 GMT. Aunque el servicio ha mostrado una rápida expansión y fiabilidad, la incidencia pone de relieve los desafíos de mantener la conectividad en un sistema tan complejo.
Más de 62.000 afectados en cuestión de minutos
Los problemas comenzaron a las 19:05 GMT, momento en que Downdetector detectó un aumento de reportes de fallos. En menos de 20 minutos, más de 62.000 usuarios informaban problemas con el servicio de conexión a internet proporcionado por Starlink.
La mayoría de los reportes se concentraron en EEUU, Europa y partes de América Latina, aunque usuarios en otras regiones también expresaron dificultades para acceder a servicios básicos como navegación web, videollamadas o plataformas de streaming.
La magnitud de la caída revela la creciente dependencia global del sistema de satélites de Starlink
Starlink confirma el fallo y promete solución
A través de la red social X, Starlink comunicó: «Starlink se encuentra actualmente en una interrupción de red y estamos implementando activamente una solución. Agradecemos su paciencia; compartiremos una actualización una vez que se resuelva este problema.»
La empresa no ha detallado aún el origen de la falla ni si se trató de un problema técnico, de software o de conectividad con los satélites. Sin embargo, fuentes no oficiales apuntan a una posible afectación en la red terrestre de control o en los enlaces entre satélites.
Este incidente muestra que incluso las redes satelitales más avanzadas son vulnerables a caídas inesperadas
Un proyecto global en constante expansión
Starlink es una iniciativa de SpaceX, empresa fundada por Elon Musk, que tiene como objetivo ofrecer internet de alta velocidad y baja latencia a través de una constelación de más de 5.000 satélites en órbita terrestre baja.
En la actualidad, el servicio se ha expandido a más de 70 países y se utiliza tanto en zonas rurales como en contextos de emergencia, conflictos o catástrofes naturales. Su impacto en la democratización del acceso a internet es significativo, pero también enfrenta desafíos técnicos, regulatorios y medioambientales.