El sector siderúrgico europeo se encuentra en una situación crítica, marcada por los recientes aranceles del 25% anunciados por EEUU y la creciente presión de países con prácticas comerciales agresivas, especialmente China. Ante esta coyuntura, la Comisión Europea ha decidido dar un paso al frente con un plan de acción para la siderurgia que contempla la inmediata revisión y refuerzo del actual sistema de contingentes arancelarios, una medida clave para asegurar la viabilidad y competitividad del acero comunitario en los próximos años.
La Comisión Europea anuncia medidas urgentes desde abril
La primera acción del plan presentado por el vicepresidente comunitario para la Prosperidad y Estrategia Industrial, Stéphane Séjourné, es reforzar a partir del 1 de abril la cláusula de salvaguarda vigente desde hace años. Este sistema establece cuotas a partir de las cuales se aplican aranceles adicionales al acero importado. Bruselas busca reducir hasta en un 15% estas importaciones, especialmente en categorías donde la presión externa es más notable, debido al aumento de entradas y la caída interna de la demanda.
La Comisión Europea reforzará inmediatamente las cuotas arancelarias al acero para proteger la producción interna frente a la competencia desleal
EEUU y China, grandes amenazas para el acero europeo
Las medidas anunciadas responden directamente a la amenaza que suponen los nuevos aranceles del 25% al acero y aluminio impuestos por EEUU, así como a la sobrecapacidad mundial generada principalmente por productores chinos. Séjourné ha subrayado que Europa debe convertirse en «un jugador activo», y no un simple receptor del excedente mundial, garantizando así la supervivencia de sus industrias clave.
Bruselas alerta de que los aranceles estadounidenses y la producción masiva china convertirán al mercado europeo en el principal destino de excedentes
Bruselas prepara una reforma estructural permanente
La cláusula actual finalizará en junio de 2026, pero Bruselas ya ha advertido de que los problemas estructurales del mercado global persistirán. Por ello, se compromete a presentar, en el tercer trimestre de 2025, una propuesta que sustituya el sistema actual por una medida de salvaguarda permanente, adaptada a los cambios en la demanda europea y con criterios de seguridad económica, pero sin renunciar al aperturismo comercial.