La Comisión Europea ha anunciado la apertura de una investigación sobre la propuesta del Tesoro británico para que el Royal Bank of Scotland (RBS) no se desprenda de su filial Williams & Glyn, que cuenta con 300 sucursales en Reino Unido, como obligaba el plan de reestructuración aprobado por Bruselas en 2009.
La entidad rescatada, que debe vender Williams & Glyn antes del 31 de diciembre, sólo ha recibido ofertas por partes específicas del negocio y no por la totalidad del mismo, por lo que el Gobierno británico a cambio ha trasladado una propuesta a Bruselas consistente en un plan para invertir 750 millones de libras en iniciativas para favorecer el crédito a pymes, así como en fintech.
La Comisión Europea sólo puede dar su visto bueno a modificaciones de esta naturaleza si son equivalentes a los acordados inicialmente. Por ello, Bruselas ha abierto una investigación en profundidad para permitir a terceras partes, así como a Reino Unido, la oportunidad de aportar comentarios durante un periodo de un mes.
Margrethe Vestager, comisaria europea de Competencia, recuerda que “RBS es el banco líder en el mercado bancario de pymes de Reino Unido y recibió apoyo estatal significativo durante la crisis financiera”. “La Comisión está ahora buscando las opiniones de todas las partes interesadas sobre un paquete alternativo propuesto por Reino Unido para reemplazar el compromiso de RBS de ceder Williams & Glyn. Sólo podemos aceptar esta propuesta si tiene el mismo efecto positivo sobre la competencia que hubiera tenido la desinversión de Williams & Glyn”, ha avisado.
