Bruselas fracasa en la lucha contra el cambio climático

Medio Ambiente

Bruselas fracasa en la lucha contra el cambio climático

Las acciones de la UE contra el carbono y en favor de las energías renovables comerciales no han tenido los efectos esperados.

Parlamento Europeo

Los esfuerzos realizados por la Unión Europea para combatir el cambio climático no han tenido hasta el momento los efectos esperados. Un informe del Tribunal de Cuentas Europeo determina que las acciones emprendidas en Bruselas contra el carbono y a favor de las energías renovables a escala comercial apenas han obtenido resultados.

Entre 2008 y 2017, la Unión Europea fijó unos objetivos climáticos que han resultado ser todavía más ambiciosos de lo que se preveía en un inicio. Sobre todo, por la inacción de algunos despachos comunitarios.

Según el órgano auditor, el trabajo de Bruselas ha contribuido “escasamente” a la realización de proyectos y a la obtención de resultados. En ese sentido, el Tribunal considera que la UE necesita adaptar su nuevo Fondo de Innovación para alcanzar los objetivos.

“La UE se esfuerza por ser el líder mundial en la lucha contra el cambio climático”, asegura Samo Jereb, Miembro del Tribunal de Cuentas Europeo responsable del informe.

Sin embargo, para cumplir su objetivo, “tendrá que aprender de la experiencia de fracasos anteriores, diseñar mejores mecanismos de apoyo a las tecnologías innovadoras con baja emisión de carbono y garantizar una rendición de cuentas plena de los recursos utilizados para lograr este desafío”, determina Jereb.

Hasta el momento, la inseguridad en torno a las estrategias a largo plazo en materia de clima y energía, así como las políticas, reglamentos y la ayuda económica pública subyacentes han afectado considerablemente a la capacidad de los proyectos para atraer inversiones privadas y alcanzar el objetivo.

El Tribunal determina en su informe que han existido a lo largo de la última década deficiencias en la coordinación entre los propios departamentos de la Comisión responsables de la innovación en energías limpias.

“Esta descoordinación le impide combinar de forma más coherente y eficaz los recursos públicos y los productos financieros destinados a las diferentes fases de los proyectos de demostración a gran escala”, asegura el documento del órgano.

Por ejemplo, el Programa Energético Europeo para la Recuperación (PEER) no pudo cumplir sus ambiciosos objetivos de captura y almacenamiento de carbono, ya que ninguno de los proyectos que recibieron financiación de la UE demostraron la tecnología a escala comercial. En consecuencia, cinco de los seis proyectos cofinanciados no pudieron completarse.

El proceso de selección y adjudicación de subvenciones de la Comisión y los Estados miembros no ha insistido suficientemente en la calidad comparativa y en los riesgos para la viabilidad económica y financiera de los proyectos, concluye el Tribunal de Cuentas Europeo.

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