En las últimas semanas, diferentes medios británicos han reportado un preocupante incremento de casos de sarna en diversos puntos de Gran Bretaña. Esta situación se ve agravada por la resistencia a los tratamientos convencionales y por la falta de suministros suficientes para afrontar el brote de sarna, lo que expone a familias enteras y a la población vulnerable, como los ancianos en asilos.
Aumento preocupante de casos
Varios informes señalan que los casos de sarna han experimentado un alza notable en un corto período de tiempo. De acuerdo con el diario Daily Mail, el principal factor que impulsa la propagación es la falta de respuesta a los tratamientos tradicionales, lo que permite que los ácaros sigan multiplicándose y contagiando a más personas.
“El contacto directo con la piel favorece la rápida transmisión de la sarna, afectando especialmente a entornos familiares y residencias de ancianos”
Resistencia a los tratamientos
El aumento de la resistencia de la sarna a los medicamentos habituales complica la erradicación de la enfermedad. Pacientes y profesionales sanitarios han notado una menor efectividad de las cremas y lociones de uso común, lo que prolonga los síntomas y las posibilidades de contagio. Esta resistencia incrementa, asimismo, la necesidad de nuevos enfoques terapéuticos y un mayor control de la higiene y el contacto directo con la piel para evitar la transmisión.
“La escasez de fármacos dificulta frenar el brote de sarna y amplía las posibilidades de contagio”
Falta de medicamentos y problemas de suministro
Según informa The Guardian, en enero de 2024 se reportó un brote de sarna en determinadas zonas de Gran Bretaña, agravado por la escasez de medicamentos derivada de problemas en la cadena de suministro. Los laboratorios no consiguen abastecer de forma regular las farmacias, dejando a muchos pacientes sin acceso a los tratamientos adecuados.