El siniestro del vuelo AI179, que transportaba a 242 pasajeros y tripulantes hacia el aeropuerto de Gatwick (Reino Unido), se ha producido poco después del despegue desde Ahmedabad, a las 13:38 hora local. La noticia ha generado un inmediato impacto bursátil en Wall Street, donde las acciones de Boeing descendían hasta los 203,18 dólares (175,50 euros) pasadas las 17.30 horas, arrastradas por el temor a nuevas repercusiones sobre su reputación y negocio.
En la preapertura, los títulos del fabricante llegaron a desplomarse casi un 8%, un reflejo de la sensibilidad de los inversores ante este tipo de tragedias vinculadas a su tecnología y operativa.
Las acciones de Boeing llegaron a caer un 8% en la preapertura y se mantenían en rojo avanzado el día
Qué se sabe del accidente en India
Según confirmó el comisario de Policía de Ahmedabad, Gyanendra Singh Malik, el aparato se estrelló en el área de Meghaninagar, una zona cercana al aeropuerto. La agencia de noticias india PTI fue la primera en difundir la información. Todavía se desconoce el número de víctimas o personas afectadas.
Entre los ocupantes del avión había 169 ciudadanos indios, 53 británicos, 7 portugueses y 1 canadiense. Air India ha señalado que está brindando su “total cooperación” a las autoridades en la investigación del siniestro.
Reacciones de Boeing y Air India
Boeing emitió un comunicado señalando que se encuentra en contacto con la aerolínea para “brindarle todo su apoyo” y expresó sus condolencias a “los pasajeros, la tripulación y todos los afectados”.
Por su parte, Air India anunció que ha organizado dos vuelos de socorro desde Delhi y Mumbai hacia Ahmedabad con el objetivo de trasladar a familiares y personal de la compañía.
“La tragedia de Ahmedabad nos ha dejado atónitos y tristes. Nos rompe el corazón más allá de las palabras”, expresó la aerolínea en sus redes sociales
Impacto potencial para Boeing
Este nuevo accidente reaviva la preocupación por la seguridad en modelos de larga distancia de Boeing, una cuestión que ha afectado gravemente a su imagen en los últimos años, especialmente tras las crisis del 737 MAX.
Aunque todavía no se conocen las causas del siniestro, la situación podría desencadenar nuevas investigaciones técnicas y regulatorias que presionen tanto a la empresa como a sus clientes y proveedores.
La caída bursátil de Boeing refleja no solo el temor inmediato, sino también el riesgo reputacional y comercial al que se enfrenta la compañía si se confirma algún fallo estructural o técnico en el modelo siniestrado.