La operación de fusión entre dos grandes entidades financieras españolas, BBVA y Banco Sabadell, podría materializarse finalmente a finales de junio, según las últimas previsiones del consejero delegado de BBVA, Onur Genç. Sin embargo, la puesta en marcha del proceso está condicionada por las decisiones pendientes de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la revisión final por parte del Gobierno, en un escenario en el que el banco confía en lograr importantes sinergias incluso aunque la operación no se completase.
Pendientes de la CNMC y el Gobierno
Actualmente, la CNMC se encuentra analizando la OPA en una segunda fase, cuyo resultado podría llegar entre finales de marzo y principios de abril. De aprobarse con condiciones (remedies), será el Ministerio de Economía quien decida si remite la operación al Consejo de Ministros para su evaluación desde la perspectiva del interés general.
Calendario previsto y próximos pasos
De acuerdo con Onur Genç, tras recibir la luz verde por parte del Gobierno y aprobarse el folleto de la OPA por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el periodo de aceptación se abriría previsiblemente en la recta final del segundo trimestre, en torno a junio. Este plazo tendrá una duración mínima de 15 días y máxima de 70.
Condiciones de la OPA: canje de acciones y pago en efectivo
La propuesta de BBVA para los accionistas del Sabadell es de una acción nueva del banco presidido por Carlos Torres por cada 5,3456 títulos del Sabadell, más un pago en efectivo adicional de 0,70 euros por acción. Este pago responde a los dividendos que BBVA distribuirá a sus accionistas sobre los resultados de 2024.
BBVA ofrece a los accionistas del Sabadell un canje de acciones más un dividendo de 0,70 euros por acción
Sinergias aseguradas, incluso sin fusión
Más allá del resultado final de la operación, Onur Genç ha asegurado que gran parte de las sinergias previstas—estimadas en 850 millones de euros—se obtendrán igualmente en caso de que la fusión no se materialice finalmente. De estas, 450 millones procederán de ahorros en tecnología y gastos administrativos, mientras que 300 millones vendrán por ahorro en personal, y otros 100 millones por menores costes de financiación.
La operación generaría ahorros de costes de hasta 850 millones de euros en tres años, principalmente tecnológicos y administrativos
Costes totales de la operación
Inicialmente, los costes de reestructuración estimados eran de 1.450 millones de euros. Posteriormente, BBVA reconoció otros 350 millones adicionales derivados de la amortización de gastos tecnológicos. Por tanto, el coste total de la fusión podría elevarse hasta los 1.800 millones de euros.