Bayer, que al adquirir Monsanto en 2018 por 63.000 millones de dólares (54.239 millones de euros) heredó las disputas legales sobre los efectos en la salud del herbicida a base de glifosato, considera que el respaldo del Gobierno estadounidense “será fundamental” para que el Supremo considere su petición sobre el veredicto del caso Durnell, que en 2023 condenó a la empresa a pagar 1,25 millones de dólares (1,07 millones de euros) a un demandante tras considerar un jurado que no advirtió adecuadamente sobre los riesgos del producto.
“El apoyo del Gobierno de EEUU es un paso importante y una buena noticia para los agricultores estadounidenses, quienes necesitan claridad regulatoria”, ha declarado el consejero delegado de la compañía germana, Bill Anderson, recoge Europa Press. Según ha señalado, “hay mucho en juego”, ya que la aplicación incorrecta de la ley federal pone en peligro la disponibilidad de herramientas innovadoras para los agricultores y las inversiones en la economía estadounidense en general.
En este sentido, Bayer señala que un lenguaje de prelación similar al de la Ley Federal de Insecticidas, Fungicidas y Rodenticidas (FIFRA) se incluye en otras normas federales, como las que regulan los dispositivos médicos, los productos avícolas, la carne y los vehículos motorizados. En su opinión, “es hora de que el sistema legal estadounidense establezca que las empresas no pueden ser sancionadas bajo las leyes estatales por cumplir con los requisitos federales de etiquetado”.
Asimismo, la alemana considera que un fallo positivo sobre el tema central y transversal de la prelación podría ayudar a cerrar “decenas de miles de casos relacionados con Roundup”, que se basan, en su gran mayoría, en reclamaciones sobre la base de la omisión de advertencia.
Más de 8.600 millones en reclamaciones desde 2020
Bayer ha provisionado 7.600 millones de dólares (6.545 millones de euros) para hacer frente a litigios, después de haber pagado desde 2020 unos 10.000 millones de dólares (8.609 millones de euros) en reclamaciones, aunque siguen pendientes unas 67.000 demandas relacionadas con el herbicida, según la citada agencia.
En cualquier caso, Bayer recuerda que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y todos los demás organismos reguladores a nivel mundial que han evaluado de forma independiente la seguridad del glifosato, el ingrediente activo de la mayoría de los productos Roundup, “han concluido que su uso es seguro”.







