«No estoy de acuerdo con esas actitudes nadie debería acercarse a ningún político en su escaño a no ser qué fuera para un gesto de cortesía. Creo que todo lo demás está fuera de lugar y yo por eso también creo que debería apartarse porque es una escalada en la que empezamos a meternos todos y que dice muy poco de la política», ha señalado la dirigente madrileña preguntada por esta cuestión por los periodistas, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
En plena sesión plenaria, la semana pasada, Ortega Smith se encaró y le tiró unos papeles y una botella de agua vacía a Rubiño. El resto de grupos municipales, incluido el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, han considerado que debe dejar el acta de concejal.
Ayuso ha condenado, además, el hecho de que se esté instalando en la política cada vez más «esas prácticas tan reprochables» y de que esté poniendo «de moda» acercarse a los escaños del contrario y tocarse.