La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha asegurado que espera que salgan voces dentro del PSOE que se opongan al proyecto «absolutamente personalista» del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, al entender que si logra la investidura con apoyo de los independentista, se consumará una «alta traición» al país. Así lo ha detallado en declaraciones a los medios de comunicación tras recibir junto al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, a menores de los Centros de Acogida en el Palacio de Cibeles.
En referencia a la gobernabilidad del país y preguntada sobre si piensa que puede haber acuerdos entre el PP y PSOE sin Pedro Sánchez, Ayuso ha dicho que le «gustaría pensar que sí» y está convencida de que el proyecto «absolutamente personalista» de Sánchez no satisface a lbas bases socialistas.
En este sentido, Ayuso ha aseverado que uno puede ser «de izquierdas o de derechas» pero que la «inmensa mayoría de los españoles están orgullosos» del proyecto común que se inició con la transición democrática de 1978 y la aprobación de la Constitución española.
También ha dicho que entre las preocupaciones de los ciudadanos no están el «dividir a España» ni que «presos que ahora están en las cárceles por delitos muy graves salgan de la cárcel como si aquí no hubiera pasado nada».
Frente a ello, ha remarcado que España es un país «plural» y lo que quieren sus habitantes es «tener empleo», vivir en «concordia» y «con seguridad», en contraposición de los nacionalistas que «fabrican» la supuesta «necesidad de fragmentar» el país.
Por tanto, considera que el presidente del Gobierno central en funciones se ha «convertido en el mejor cómplice» de los independentistas y está convencido de que se pueden hacer las cosas «de otra manera» de cara a gobernabilidad, apelando a buscar «todas las alternativas para que no haya un gobierno en el que mande el independentismo».
Por ello, aún confía en que «alguien en el PSOE» dija «no» a Sánchez y busque una alternativa para que no se llegue a consumar esa «alta traición» que supondría un nuevo Ejecutivo central con apoyo de independentistas.
