“Tenía y tiene una responsabilidad in vigilando”, le ha recordado Vaquero a Sánchez antes de enumerar una larga lista de preguntas que han quedado sin respuesta en su intervención sobre las actividades de los dos ex secretarios de Organización socialistas, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, y su asesor Koldo García, así como lo que el propio Sánchez conocía acerca de sus acciones antes de que se hiciera público el informe de la UCO.
La portavoz jeltzale ha pedido al presidente del Ejecutivo que no cambie de lugar el foco ni confunda a la ciudadanía volcando sobre los distintos grupos parlamentarios la tarea de responder a un problema provocado por su partido. “En este vecindario, que puede tener puntos de encuentro, la gotera está en su parte del tejado, en su alero, no en la de sus socios de gobierno con quienes comparte tejado. No ponga sobre nuestras espaldas la responsabilidad de atajar su crisis”, ha defendido.
Asimismo, Vaquero ha advertido de la gravedad de la situación afeando a Sánchez que “no puede dar la espalda a una ciudadanía enfadada” y señalado que tiene dos tareas aún pendientes tras su comparecencia. Por un lado, “dar todo lujo de detalles sobre lo sucedido en los últimos años, que permitan perimetrar las actividades delictivas a determinadas personas que actuaban al margen de la organización política a la que pertenecían”.
Y una vez hecho esto, lograr “una mayoría en torno a una propuesta”, porque no puede funcionar durante dos años “hasta el final de la legislatura en una agonía diaria”. “Señor presidente, está a tiempo, pero el reloj corre. Decida”, ha concluido Vaquero.
Si no lo consigue, Vaquero le ha lanzado las tres alternativas que le quedan. “Plantear una cuestión de confianza”, aun sabiendo que se antoja “arriesgado para su continuidad”; “dimitir sin disolver la cámara” y dejar que entre en funcionamiento el artículo 99 de la Constitución, lo que supondría intentar armar una mayoría en torno a un nuevo candidato o candidata de su partido que pudiera suscitar el consenso necesario sin necesidad de convocar elecciones; y en tercer y último lugar, “disolver las Cámaras y convocar elecciones”.
El PNV, ha insistido, cree “en la fuerza de la democracia, en la defensa de las instituciones y en nuestro pueblo, sin miedo a lo que este decida en cada momento” y ha defendido “una forma de hacer política basada en los acuerdos y las cesiones políticas mutuas. Esa es nuestra convicción. No vamos a cambiar nuestra forma de hacer, no nos van a arrastrar al barro del insulto, ni los unos, ni los otros”.