Así llegan los partidos al 1-O

Cataluña

Así llegan los partidos al 1-O

Con dos bloques muy marcados, Podemos opta por mantenerse en las zonas grises de la política.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias

Queda un día para la celebración o no del referéndum del 1 de octubre. Después de semanas, meses, años, con la cuestión catalana en la punta del iceberg político y mediático, los partidos encauzan la recta final con el mensaje consolidado. Los independentistas, los constitucionalistas y los (supuestos) equidistantes.

Equidistancia es la igualdad de distancia entre dos o más puntos. Aplicado al contexto político catalán sería estar en el punto intermedio que separa las decisiones del Gobierno de Mariano Rajoy de las de Carles Puigdemont. Podemos, partido al que acusan de permanecer equidistante ante el 1-O, ha mostrado no estar en ese lugar.

Podemos y la importancia de los grises

La formación morada está más próxima a los postulados de ERC que a los del PP, Ciudadanos y PSOE en la cuestión catalana. Más allá de postulados ideológicos anexos, de sobra es sabida su defensa del derecho a decidir (pactado con el Estado) y de la realidad plurinacional del Estado. Sin embargo, no comparte la carrera unilateral aplicada por la Generalitat.

El partido liderado por Pablo Iglesias apuesta por el diálogo y los puentes como forma de encauzar la relación Cataluña-Estado. Rechaza la ‘judialización’ del conflicto y califica el referéndum de este domingo como una “movilización política”.

No obstante, las posturas dentro de Podemos y los partidos que orbitan sobre él son diferentes. Desde Joan Coscubiela (Iniciativa), uno de los más críticos con el camino tomado por Puigdemont, hasta Albano Dante Fachín, líder de Podemos Catalunya y favorable a participar en el referéndum de este domingo.

En el medio Pablo Iglesias, que prefiere dejar el asunto en manos de sus confluencias (los comunes) y Ada Colau, que votará en blanco.

En una entrevista en La Sexta, la alcaldesa de Barcelona justificó su voto asegurando que el no y no votar se identifica con el PP y el “inmovilismo” y el voto afirmativo representa la vía unilateral del Govern de Carles Puigdemont.

El ‘pluridiscurso’ del PSOE

La posición socialista es uniforme y multipolar. Todos, salvo excepciones en el PSC, rechazan el referéndum al mismo tiempo que existen diferencias profundas en cuanto a la solución.

La Ejecutiva de Pedro Sánchez considera que la actitud del Gobierno de Mariano Rajoy no ha sido la adecuada y así lo ha hecho saber al rechazar la moción presentada por Ciudadanos que buscaba dar apoyo a las medidas del Gobierno y la Justicia. El discurso del PSOE nacional es apostar por el diálogo y la reforma constitucional.

Sin embargo, esa visión no es compartida por el ‘susanismo’, que en varias votaciones ha demostrado rechazar la postura de su líder. Tanto en el Parlamento andaluz como en el Congreso, diputados afines a Susana Díaz han ido en contra de la estrategia de Pedro Sánchez y han apoyado la postura de Ciudadanos. Ha habido algunos como Abel Caballero, alcalde de Vigo, que incluso ha comparado a Puigdemont con Franco.

La posición susanista coincide con la que tiene la ‘vieja guardia’ del PSOE. Felipe González, Alfonso Guerra y Juan Carlos Ibarra relacionan al presidente de Cataluña con Nicolás Maduro y consideran que el Gobierno debería haber aplicado ya el famoso artículo 155.

La confirmación de los bloques

PP y Ciudadanos por un lado. ERC, PDeCAT y CUP por el otro. La recta final hacia el 1-O ha consolidado y ampliado aún más las distancias que separa a un bloque del otro. Mientras que Gobierno y Ciudadanos evocan al cumplimiento de la ley como única forma de convivencia, los partidos independentistas trazan su propia ruta unilateral sin reparar en cuestiones judiciales.

La falta de diálogo y voluntad de las partes imposibilita en estos momentos cualquier entendimiento. Tanto unos como otros aseguran que los referentes contrarios han quedado invalidados como interlocutores y niegan dar su brazo a torcer.

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