“De la política institucional se debe poder –y querer– salir. Lo he defendido siempre. Es fundamental saber cerrar bien las etapas para continuar siendo útil: ni aferrarse a los cargos, ni convertirlos meramente en un medio de subsistencia ni tampoco acabar reducido a una figura de vitrina”, ha dicho en un comunicado, según Europa Press.
Aragonés –que dejó el cargo hace 13 meses– ha asegurado que en su primer año como expresidente se ha dedicado “a ordenar el legado del Govern republicano y a organizar proyectos y prioridades para continuar haciendo servicio a la ciudadanía”.