Una disputa legal iniciada en 2021 por la compañía española TOT Power Control ha culminado en un importante revés judicial para Apple. El jurado federal de Delaware concluyó que la empresa estadounidense infringió una de las patentes de TOT vinculadas a tecnologías de control de energía en redes inalámbricas, lo que le obliga a pagar una cuantiosa indemnización. Apple ya ha anunciado que apelará la decisión.
Una patente española en el centro del litigio con Apple
La empresa TOT Power Control, dirigida por Álvaro López-Medrano, presentó una demanda civil en 2021 alegando que los dispositivos de Apple, como el iPhone, incorporaban transmisores inalámbricos que utilizaban dos de sus patentes registradas en EEUU sin consentimiento.
El litigio se centró en tecnologías que permiten a los procesadores de banda inalámbrica gestionar de forma eficiente el consumo energético cuando los dispositivos acceden a redes celulares. El jurado dictaminó que, aunque una de las dos patentes no fue vulnerada, la otra sí lo fue, y fijó en 110 millones de dólares la compensación por daños.
Apple planea recurrir el fallo judicial
La multinacional estadounidense ha anunciado que no está de acuerdo con el veredicto y que presentará una apelación para revertir la sentencia. Según medios especializados en propiedad intelectual y tecnología, Apple argumenta que sus sistemas no infringen los derechos reclamados por TOT Power Control.
La decisión judicial no es definitiva, pero supone un respaldo significativo a las reivindicaciones de la firma española y refuerza su estrategia de defensa y monetización de su portafolio de patentes.
Otros litigios abiertos por TOT Power Control
La victoria frente a Apple podría marcar un precedente para otros casos similares. TOT Power Control ha denunciado también a Samsung y LG en el mismo tribunal de Delaware, por presuntas infracciones relacionadas con la misma tecnología. Ambos procedimientos están en fases preliminares.
No es la primera vez que TOT recurre a la vía judicial para defender sus patentes. En 2020, un juzgado mercantil de Madrid desestimó una demanda contra Vodafone y Huawei por más de 500 millones de euros, fallo que supuso un revés para la empresa, pero que no detuvo su ofensiva legal en otras jurisdicciones.