Amnistía pide al TPI investigar y juzgar posibles crímenes de guerra durante el conflicto de agosto en Gaza

Amnistía pide al TPI investigar y juzgar posibles crímenes de guerra durante el conflicto de agosto en Gaza

Amnistía Internacional exige a España la suspensión del suministro y venta de armas a Israel.

Destrucción de las calles e inmediaciones cercanas al Hospital Al Shifa en Gaza tras los bombardeos israelíes - Mohammed Talatene/dpa

Destrucción de las calles e inmediaciones cercanas al Hospital Al Shifa en Gaza tras los bombardeos israelíes - Mohammed Talatene/dpa

La ONG Amnistía Internacional ha exigido este lunes una investigación en el Tribunal Penal Internacional para juzgar posibles crímenes de guerra durante los enfrentamientos de agosto entre el Ejército israelí y Yihad Islámica en la Franja de Gaza. En relación a esta violencia, Amnistía ha instado al Gobierno español a cesar la venta de armamento a Israel.

«Pese a que la última ofensiva de Israel contra Gaza sólo duró tres días, fue tiempo suficiente para desatar nuevos traumas y destrucción sobre la población asediada. Los tres ataques mortales que examinamos deben ser investigados como crímenes de guerra; todas las víctimas de ataques ilegítimos y sus familias merecen justicia y reparación», ha manifestado la secretaria general de la ONG, Agnès Callamard.

El Ejército israelí anunció en agosto una operación de bombardeo contra objetivos de la organización terrorista Yihad Islámica en la Franja de Gaza tras varios días en estado de alerta por posibles represalias de la organización después de la detención en Cisjordania de un alto cargo del grupo.

Los primeros minutos de la llamada operación ‘Amanecer’ comenzaron con el anuncio de la muerte de un comandante de las fuerzas militares de Yihad Islámica en el norte de Gaza, identificado como Taisir al Yabari, una muerte que fue confirmada por la propia milicia.

Tras ello, las partes iniciaron un intercambio de misiles, tanto en distintos puntos estratégicos de la Franja de Gaza como en ciudades israelíes, entre ellas Tel Aviv.

Amnistía Internacional ha concluido que entre las víctimas de esos ataques «de precisión» de Israel había un niño de cuatro años, un adolescente que se encontraba visitando la tumba de su madre y una estudiante de 22 años que estaba en su casa con su familia.

Según la ONU, los enfrentamientos se saldaron con la muerte de 49 palestinos, mientras que la evaluación de la ONG alude a 33 muertos, cuya responsabilidad recaería en las fuerzas israelíes, entre los que habría al menos 17 civiles.

AI ha entrevistado a 42 personas, entre las que se encuentran supervivientes de los ataques, así como familiares de las víctimas, testigos presenciales y personal médico. Asimismo, la ONG también ha visitado al menos 17 lugares, llegando a recopilar pruebas como fotografías, restos de armas o imágenes satelitales.

LAS VÍCTIMAS Y SUS HISTORIAS

La estudiante de 22 años, Duniana al Amur, murió el 5 de agosto por un proyectil disparado por un tanque israelí que alcanzó su casa, a solo un kilómetro de la valla fronteriza gazatí, e hirió a su madre, Farha, y a su hermana de 25 años, Areej.

Unos veinte minutos después del impacto del proyectil, las fuerzas israelíes lanzaron misiles contra la torre de vigilancia de las Brigadas de Al Quds, a 750 metros de la casa de la estudiante. AI ha expresado, después de realizar un análisis balístico, que «es improbable que el tanque estuviese apuntando a ninguna de las dos torres de vigilancia cuando alcanzó la casa», ya que «de haber sido así, habría fallado en cientos de metros».

Otro de los incidentes analizados por AI es el ataque con misiles al cementerio de Al Faluya en Yabalia, en el norte de la Franja de Gaza, el 7 de agosto, cuando el adolescente Nadhmi Abu Karsh, de 15 años, visitaba la tumba de su madre.

«De repente escuchamos el sonido de un misil explotando muy cerca de donde estábamos. Corrí hacia cementerio, como casi todo el resto de la gente del barrio. La gente empezó a recoger partes de cuerpos hechos jirones. Los padres no reconocían los cuerpos de sus propios hijos», expresó su padre, Fayez, a Amnistía.

Las fuerzas armadas israelíes culparon inicialmente del ataque a la Yihad Islámica Palestina. Sin embargo, fuentes le revelaron al diario ‘Haaretz’ que las investigaciones preliminares no mostraban que ni este grupo ni las Brigadas Al Quds habían lanzado misiles en el momento del ataque.

«Tenemos vídeos que demuestran más allá de cualquier sombra de duda que no es un ataque israelí. Se ha demostrado inequívocamente que es un lanzamiento fallido de un cohete de Yihad Islámica», apuntó otra fuente militar citada por ‘The Times of Israel’.

«La ausencia de objetivos militares aparentes indica que el ataque podría haber sido un ataque directo deliberado contra la población civil o bienes de carácter civil y, por tanto, constituir un crimen de guerra», ha indicado, por su parte, AI, agregando que «las atroces consecuencias requieren una investigación urgente».

Asimismo, Amnistía ha concluido que «hay pruebas que indican que el ataque contra el campo para personas refugiadas de Yabalia fue consecuencia de un cohete perdido lanzado por grupos armados palestinos». En este incidente murieron siete civiles palestinos.

AI, que ha precisado que el ataque debe investigarse «como posible crimen de guerra», ha revelado que dos minutos antes de producirse la explosión, las Brigadas Al Quds iniciaron en las redes sociales la retransmisión en directo de lo que describieron como el lanzamiento de una ráfaga de cohetes contra Israel.

«A las 21.02 horas (hora local) se produjo el ataque en la calle, que estaba llena de personas heridas, con sangre y metralla. Mi hijo pequeño Momen murió en mis brazos y Ahmad murió a solo un metro de mí. Lo único que nos consuela es el hecho de que los cuerpos de nuestros hijos no quedaron hechos pedazos», ha indicado un padre que perdió a dos de sus hijos.

SUSPENSIÓN INMEDIATA DE LA VENTA DE ARMAS

En el marco del informe, Amnistía Internacional ha reclamado al Gobierno de Pedro Sánchez que suspenda inmediatamente la venta de armas a Israel «hasta que se tomen medidas sustantivas para garantizar que no existe un riesgo sustancial de que este material sea utilizado para cometer o facilitar violaciones graves del Derecho Internacional».

«Amnistía lleva desde 2008 reclamando una suspensión de este tipo de ventas, que el Gobierno español acordó temporalmente, entre julio y septiembre de 2014, cuando una ofensiva militar israelí en Gaza de 50 días iniciada el 8 de julio de ese año mató a más de 1.500 civiles», ha precisado.

Así, la ONG ha destacado que el Gobierno español autorizó entre 2008 y 2021 licencias de venta de armas por valor de más de 116 millones de euros y exportó armas a Israel por importe superior a 21 millones, mientras que en 2021 concedió 55 licencias de exportaciones de material de defensa a Israel por valor de 13 millones y le exportó armas por valor de más de 3 millones.

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