Amnistía Internacional alerta de que los discursos misóginos de algunos líderes invisibilizan la violencia machista

Violencia machista

Amnistía Internacional alerta de que los discursos misóginos de algunos líderes invisibilizan la violencia machista

Mujeres de todo el mundo "se hacen fuertes para que no se retroceda en derechos y libertades alcanzados".

Huega feminista 8m 2019

Amnistía Internacional ha alertado, con motivo del Día de la Mujer que se celebra este domingo 8 de marzo, sobre cómo los discursos misóginos de algunos líderes políticos y religiosos en diferentes partes del mundo «están tratando de invisibilizar la violencia contra las mujeres, suprimir la educación en igualdad y controlar el cuerpo de las mujeres», además de poner «en el punto de mira» a las activistas.

No obstante, la organización ha señalado que, a pesar del aumento de políticas y prácticas «opresivas y sexistas», mujeres de todo el mundo «se hacen fuertes para que no se retroceda en derechos y libertades alcanzados». El movimiento de mujeres pretende que, lejos de que se recorten derechos, «se siga avanzando para combatir las desigualdades que aún persisten en numerosos rincones del planeta».

Para Amnistía Internacional, se está «normalizando» un discurso en defensa de los valores tradicionales y el interés de una determinada concepción de familia, que «niega la igualdad como derecho de las mujeres, la necesidad de aplicar políticas específicas para abordar la violencia de género, su derecho a decidir sobre su cuerpo y su salud sexual y reproductiva».

Además, la ONG ha lamentado que se está «poniendo en el punto de mira» a defensoras y activistas «por ser quienes son y por hacer el trabajo que hacen».

En este sentido, la directora adjunta de Amnistía Internacional España, Ana Rebollar, ha subrayado que «preocupa» que este tipo de discursos forme parte de las agendas políticas «en lo que pareciera una estrategia global en contra de los derechos de las mujeres».

«No es casualidad que autocares con iguales mensajes contra la diversidad sexual o que niegan la existencia de la violencia contra las mujeres se hayan paseado por Alemania, Francia, España, Italia, Chile, Colombia o Kenia. Por eso, la respuesta de las mujeres es más fuerte que nunca, el feminismo crece, y cada vez hay generaciones más jóvenes involucradas en esta lucha», ha dicho.

En España, desde el 1 de enero de 2003, un total de 1047 mujeres, con datos actualizados a 5 de marzo de 2020, han sido asesinadas por sus parejas o exparejas.

EL CONCEPTO DE VIOLENCIA FAMILIAR NIEGA LA VIOLENCIA MACHISTA

Ante estos datos, Amnistía Internacional ha criticado que algunos partidos políticos «pretenden ocultar este tipo de violencia bajo un concepto amplio de violencia en el ámbito familiar» que, a su juicio, «invisibiliza y niega la desigualdad estructural que está en la raíz de la violencia contra las mujeres».

Por otro lado, ha indicado que en México, donde diez mujeres son asesinadas cada día, las mujeres han tomado las calles para protestar por una «violencia intolerable», que «no es contemplada con una perspectiva de género por parte de la Fiscalía, y ante la filtración de imágenes que victimizan a las mujeres que son brutalmente asesinadas». En este país, el 90 por ciento de los casos de feminicidio «quedan impunes».

«Uno de los principales caballos de batalla en diferentes partes del mundo es la educación en igualdad, en diversidad, y para abordar la violencia de género», ha sentenciado la organización.

En este contexto, ha criticado que países como Paraguay o Brasil prohíben por ley la educación sexual y reproductiva, en igualdad de género y en no discriminación. Por su parte, países como España «están avanzando en esta línea en algunas comunidades autónomas».

Para la directora adjunta de Amnistía Internacional España, la libertad de las familias «no puede estar por encima del derecho de niños, niñas y adolescentes a recibir herramientas que les permitan identificar y combatir situaciones de discriminación en su vida, conocer y vivir libremente y sin miedos su propia identidad».

El presidente de Paraguay «prometía quemar libros con estos contenidos», Brasil «apostaba por campañas de abstinencia sexual», y Polonia «podría castigar hasta con tres años de cárcel a quienes impartan este tipo de contenidos a menores de 18 años».

Sin embargo, Amnistía Internacional ha destacado la importancia de la respuesta social, ya que estudiantes paraguayos se están movilizando «para exigir educación sexual integral a su gobierno», o en países como Perú, la presión de la sociedad civil ha contribuido a que la Corte Suprema «declare infundada una demanda contra el enfoque de género en los contenidos académicos de los estudiantes».

INFORMACIÓN FALSA SOBRE EL ABORTO

Respecto a la interrupción voluntaria del embarazo, organizaciones como Open Democracy han denunciado como en algunos países como México, Ecuador o Costa Rica, donde sí está regulada en algunos supusetos, grupos conservadores están dando información «falsa y distorsionada» a mujeres que intentan interrumpir su embarazo.

En concreto, Amnistía Internacional ha señalado que las «asustan» asegurando que tendrán más riesgo de cáncer, que sus parejas «se harán gays» o que «aumentará el riesgo de que ellas abusen físicamente de otros niños».

Frente a esto, en países como Eslovaquia, gracias a la presión social, el Parlamento votó en contra de obligar a las mujeres a ver ecografías del feto antes de interrumpir el embarazo. Una medida que, para Amnistía Internacional, «pretendía retroceder en derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, vulnerando su privacidad y su autonomía.

Sobre el «acoso» a activistas y políticas, la organización ha alertgado de que las desfensoras de los derechos de las mujeres «están sufriendo de menera particular».

«Una vez más, en todas partes del mundo quienes levantan la voz siguen siendo objeto de agresión, amenazas, intimidación, criminalización e incluso homicidio. Sufren campañas de desprestigio y desacreditación, son insultadas y se les cuestiona su forma de vida, de ser, e incluso de vestir», ha denunciado Amnistía Internacional.

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