Israel vive una de sus mayores crisis internas en medio del prolongado conflicto con Hamás. Figuras de peso del Ejército, el Mossad y el Shin Bet han alzado la voz para pedir al Gobierno que detenga la guerra en Gaza, advirtiendo de las graves consecuencias que está teniendo tanto a nivel militar como político. Estas críticas, inéditas por su magnitud y procedencia, acusan al Ejecutivo de actuar por intereses ideológicos, alejándose de los objetivos reales de seguridad nacional.
Figuras clave de la seguridad israelí cargan contra el Gobierno
Entre los firmantes del llamamiento figuran el ex primer ministro Ehud Barak, el exjefe del Shin Bet Yoram Cohen, y otros rostros destacados como Ami Ayalon, Amos Malka, Nadav Argaman y el exdirector del Mossad Tamir Pardo. Todos coinciden en que la guerra en Gaza podría haber terminado hace meses, y denuncian que su prolongación responde a intereses políticos del Ejecutivo.
Ayalon fue especialmente tajante: “Tenemos el deber de alzar la voz y decir lo que debe ser dicho”. Para el exdirector del Shin Bet, la operación militar ha perdido legitimidad: “Era una guerra de defensa. Pero una vez se lograron los objetivos iniciales, ha dejado de ser solo eso. Ahora está llevando a Israel a una pérdida de seguridad e identidad”.
“Una victoria operativa era posible hace un año”
La mayoría de los exmandos coincide en que la ofensiva actual carece de una estrategia militar coherente. Amos Malka, exjefe de Inteligencia Militar, aseguró que “esta guerra podría haber finalizado hace ya un año con una victoria operativa más que suficiente”. Pero, en cambio, Nadav Argaman advirtió que “ahora básicamente se acumulan las pérdidas”.
Tamir Pardo, del Mossad, fue aún más duro: “Estamos ante el abismo de la derrota. Lo que el mundo ve hoy en Gaza es nuestra creación. Nos ocultamos bajo nuestra propia mentira, y esta mentira es vendida al público israelí y al mundo entero”.
Denuncian el control de una minoría “mesiánica” sobre la política israelí
Además de la crítica militar, el mensaje de los exmandos apunta a una grave crisis institucional. Los firmantes acusan al Gobierno de estar dirigido por una “minoría mesiánica” que impone un camino “irracional” al país. “Son una minoría, pero el problema es que esa minoría controla la política”, lamentó Yoram Cohen.
Todos coinciden en que un alto el fuego permanente permitiría, además, lograr el retorno de los rehenes israelíes que siguen cautivos en Gaza, un objetivo que consideran fundamental.