El rojo de las caídas se asienta sobre Almirall en la sesión en la que publica sus cuentas del primer trimestre. Los laboratorios farmacéuticos se alejan de sus recientes máximos anuales después de haber exhibido un beneficio neto un 10% menos abultado que en igual periodo de hace un año a pesar del repunte de su negocio de dermatología.
Las ganancias del grupo médico se han quedado en 19,6 millones de euros entre los meses de enero y febrero. Una cifra que, sin embargo, Almirall ha considerado suficiente para alcanzar sus objetivos de negocio para el conjunto del año en curso. Un argumento que ha servido para apaciguar los ánimos más derrotistas de los primeros cruces de la sesión negociadora de este lunes.
Los ingresos totales del grupo han crecido un 4,8% en este periodo, hasta los 210,7 millones de euros. Mientras tanto, las ventas se han reducido un 5%, hasta 176,1 millones, según las cifras aportadas por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) antes de la apertura de la sesión en Bolsa. El resultado bruto de explotación (Ebitda) ha mejorado un 0,4%, hasta sumar 55 millones de euros.
Por lo que se refiere al negocio de dermatología, rama en la que la compañía está focalizando su desarrollo y expansión, la facturación se incrementó un 6,8% en Europa. Sin embargo, en EEUU el balance de esta división se ha visto afectado por la reducción de existencias de inventario de los distribuidores.
La deuda financiera del grupo se ha quedado en 317,5 millones, que representan el 11,4% de los activos totales, mientras que la posición neta de caja se ha quedado en 7,4 millones al cierre de marzo.
Con una gráfica que pospone su avance hacia la reconquista de los 17,00 euros por acción, la junta de accionistas ha aprobado la distribución de un dividendo bruto de 0,19 euros por acción. Una suma que para la compañía farmacéutica supondrá el desembolso de 33 millones de euros, como consta en la documentación remitida al supervisor.
