Desde que comenzó la ofensiva de Israel tras los ataques del 7 de octubre, la Franja de Gaza vive una emergencia humanitaria sin precedentes. Las grandes organizaciones de ayuda internacionales coinciden en que la población palestina está siendo sometida a un cerco alimentario deliberado, que amenaza con convertirse en una hambruna masiva si no se restablece con urgencia el acceso de suministros.
MSF alerta de una escalada crítica de la malnutrición infantil
Según datos de Médicos Sin Fronteras (MSF), uno de cada cuatro menores de cinco años y mujeres embarazadas o lactantes presenta ya signos de malnutrición. En solo dos meses, los casos atendidos en las clínicas de Gaza se han cuadruplicado, y entre los menores de cinco años se han triplicado en apenas dos semanas.
MSF denuncia que los casos de malnutrición infantil en Gaza se han multiplicado por tres en dos semanas
Amande Bazerolle, coordinadora de emergencias de MSF en Gaza, ha denunciado que “toda una población está siendo deliberadamente privada de alimentos y agua”. En palabras de la organización, los ataques del Ejército israelí continúan incluso cuando los civiles se agolpan para recibir comida, lo que demuestra la dimensión de una tragedia que ya se ha cobrado al menos 120 vidas por desnutrición.
La ayuda humanitaria también se encuentra asediada
Tanto MSF como Cruz Roja advierten que sus propios equipos se enfrentan a la falta de alimentos, agua potable y combustible. El personal humanitario no puede garantizar su propia subsistencia mientras intenta socorrer a los gazatíes, lo que compromete aún más las tareas de emergencia.
Los trabajadores humanitarios también carecen de alimentos y agua para sobrevivir en Gaza
Según la presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, Mirjana Spoljaric, esta tragedia representa “un fracaso colectivo para preservar la humanidad en la guerra”. Los más de 350 empleados del CICR en Gaza tienen que buscar agua y alimentos cada día para continuar con sus labores, lo que pone de relieve que el bloqueo israelí afecta incluso a quienes intentan paliar sus consecuencias.
Solo cinco de quince misiones de ayuda lograron pasar el jueves
La situación sobre el terreno se agrava a diario. La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha denunciado que de las 15 misiones humanitarias previstas para el jueves, solo cinco fueron autorizadas. La mayoría de los convoyes que intentaban entregar alimentos, medicinas y combustible fueron rechazados.
Israel solo permitió 5 de 15 misiones humanitarias en un solo día, según la ONU
Esto ha provocado que las instalaciones básicas del enclave —desde hospitales a plantas de tratamiento de agua— funcionen a medio gas o directamente se paralicen. Las pocas reservas de combustible disponibles se están destinando exclusivamente a cocinas comunitarias y sistemas de saneamiento para mitigar los efectos de la desnutrición.
Mujeres, niños y enfermos, los más golpeados por la crisis
La ONU ha subrayado que las personas más vulnerables —niños, mujeres embarazadas, ancianos, personas con discapacidad o enfermedades crónicas— son quienes más sufren esta catástrofe humanitaria. La imposibilidad de acceder a una alimentación mínima multiplica los riesgos de mortalidad entre estos colectivos.
La ONU advierte que las personas más vulnerables están en riesgo de muerte por la falta de alimentos
La comunidad internacional ya cuenta con los suministros necesarios listos para ser enviados, pero Israel mantiene los pasos fronterizos cerrados, impidiendo que la ayuda llegue a quienes la necesitan desesperadamente. Desde la OCHA se insiste en que se requiere una reapertura inmediata para evitar más muertes evitables.