La flotilla internacional navega ya a unas 150 millas náuticas de la costa de Gaza, el mismo tramo donde se produjeron asaltos en operaciones anteriores. Según sus responsables, la fragata española mantiene un ritmo de crucero lento y no alcanzará a la misión hasta el miércoles al mediodía, lo que “podría ser demasiado tarde” en caso de una interceptación israelí.
El convoy denuncia la “pasividad” de la comunidad internacional y sostiene que la falta de protección efectiva deja la misión expuesta. En paralelo, Italia ha confirmado que su fragata interrumpirá la escolta en este tramo y ha lanzado un radio-mensaje invitando a las embarcaciones a regresar a puerto.
Los organizadores acusan a Roma de “coacción” y de actuar como “facilitador” de Israel
España mantiene el dispositivo de rescate
El Gobierno ha informado de que el buque Furor, de la Armada, se encuentra en radio operativo para asistir a la flotilla en caso de emergencia. Sin embargo, no entrará en la zona de exclusión declarada por Israel para evitar riesgos a la tripulación y a los propios activistas.
Fuentes de Moncloa recalcan que la misión es “encomiable y legítima”, pero subrayan que la prioridad es la seguridad de los participantes. El Ejecutivo ha instado a la flotilla a no internarse en el área bloqueada, donde la posibilidad de un ataque se considera alta.
Riesgos inmediatos y dilema internacional
Los organizadores recuerdan que todos los voluntarios conocen los riesgos, pero insisten en que es “más peligroso callar” ante la situación en Gaza que afrontar la travesía. La tensión diplomática se intensifica, mientras las ONG y parte de la opinión pública europea exigen garantías de paso seguro.
| Riesgo principal | Escenario previsto |
|---|---|
| Interceptación israelí | Posible abordaje antes de la llegada del buque español |
| Retirada italiana | Abandono de la escolta en la zona crítica |
| Respuesta diplomática | Intervención posterior, sin capacidad preventiva |
| Impacto mediático | Aumento de la presión internacional si hay asalto |
Cada milla navegada, señalan los activistas, “subraya lo que los gobiernos no han hecho y lo que la sociedad civil se ve obligada a hacer”
La travesía de la Flotilla Global Sumud simboliza el pulso entre las iniciativas civiles y los bloqueos militares en Oriente Próximo. Mientras España refuerza su papel con un buque de apoyo limitado a labores de rescate, Italia opta por retirarse del tramo más crítico. El desenlace inmediato dependerá de si Israel actúa antes de que el dispositivo español alcance a la flotilla, un escenario que podría reavivar la tensión internacional en torno al bloqueo de Gaza.










