Seis semanas después de los comicios generales del pasado 23 de febrero, Alemania pone fin a la incertidumbre política. Unión Cristianodemócrata (CDU), Unión Socialcristiana (CSU) y el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) han acordado los términos de su alianza para gobernar el país. La noticia fue adelantada por la televisión NTV y la revista Focus, citando fuentes cercanas a las negociaciones.
Friedrich Merz, líder de la CDU; Markus Söder, primer ministro bávaro y jefe de la CSU; y Saskia Esken, copresidenta del SPD, cerraron los detalles del pacto que será presentado oficialmente el miércoles a las 10.00 GMT en una rueda de prensa.
Urgencia por la situación económica global
El acuerdo de coalición se aceleró debido a la creciente preocupación internacional tras el anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles del 20 % a las importaciones procedentes de la Unión Europea. Esta medida, proclamada durante el denominado «Día de la Liberación», desató una oleada de inestabilidad en los mercados, poniendo mayor presión sobre las partes negociadoras.
El temor a una crisis comercial impulsó a CDU, CSU y SPD a cerrar el acuerdo cuanto antes para presentar un frente común ante los desafíos económicos
Conservadores bajo presión demoscópica
A la urgencia económica se sumó el desafío electoral: el bloque conservador, aunque ganador de las elecciones, enfrenta un ascenso sin precedentes de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Según una reciente encuesta de INSA, CDU/CSU y AfD empatan en intención de voto con un 24 % cada uno, un dato que encendió todas las alarmas en la sede de los conservadores.
En los comicios del 23 de febrero, la CDU/CSU obtuvo el 28,5 % de los votos, seguida de AfD con un 20,8 %, SPD con un 16,4 %, Los Verdes con un 11,6 % y La Izquierda con un 8,8 %.