El ministro de Exteriores ha advertido de que esta acción sería “contraria al derecho internacional” y supondría un obstáculo definitivo para la solución de los dos Estados que promueve España.
En un mensaje difundido en la red social X, el titular de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación subrayó que la escalada militar israelí “dividirá el territorio de Palestina” y hará “inviable” cualquier posibilidad de paz duradera.
España insiste en la solución de los dos Estados
El ministro reiteró que el Gobierno trabaja para impulsar el reconocimiento de Palestina y que la comunidad internacional debe redoblar los esfuerzos diplomáticos. A su juicio, acortar los plazos de la ofensiva en Gaza solo traerá más muertes y sufrimiento injustificado en la región.
Albares insiste en que la paz pasa por un alto el fuego permanente, la liberación de los rehenes, la entrada masiva de ayuda humanitaria y la solución de los dos Estados
El Gobierno español ya se ha posicionado en varias ocasiones contra la ofensiva israelí y ha promovido en la UE un mayor compromiso para frenar la violencia y abrir el paso a la ayuda internacional.
Reacción en plena escalada de violencia
La orden de Netanyahu llega en un contexto de máxima tensión. Israel ha intensificado sus operaciones militares en la Franja con el objetivo declarado de derrotar a Hamás y consolidar su control en los últimos bastiones de resistencia.
La advertencia de Albares supone un nuevo choque diplomático con el Gobierno de Netanyahu, después de que España haya reclamado en foros internacionales un mayor respeto al derecho humanitario.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez teme que la ofensiva israelí divida de facto Palestina e imposibilite la creación de un Estado viable para los palestinos
La condena española se suma a las voces críticas que cuestionan la estrategia israelí. Naciones Unidas y organizaciones humanitarias han alertado de que la población civil de Gaza soporta la mayor parte del coste humano de la ofensiva y que la ayuda internacional sigue siendo insuficiente.
En este escenario, España busca ganar peso como actor diplomático en Oriente Próximo, alineándose con los países europeos que reclaman un alto el fuego permanente y una solución política al conflicto.
