Afganistán: los talibanes borran la voz de las mujeres entre vetos educativos, laborales y un silencio mediático global

Derechos Humanos

Afganistán: los talibanes borran la voz de las mujeres entre vetos educativos, laborales y un silencio mediático global

Además de prohibir el estudio y el trabajo, los talibanes han llegado a vetar que las mujeres hablen en público o recen en voz alta, mientras la comunidad internacional mantiene ayudas sin frenar la represión.

Mujer con Burka
Ilustración de una mujer con Burka

Cuatro años después de la llegada de los talibanes al poder, los derechos de las mujeres en Afganistán han sufrido un retroceso sin precedentes. A la pérdida de la educación y el trabajo se suma ahora la prohibición de usar la voz en público, con una comunidad internacional que no logra revertir la situación y un silencio mediático que las invisibiliza aún más.

Desde 2021, Afganistán vive un entramado de vetos que cercenan la presencia femenina en todos los ámbitos. Las niñas fueron expulsadas de escuelas y universidades, miles de mujeres perdieron su empleo y ahora se extiende la prohibición de hablar en público o incluso de rezar en voz alta. Pese a ello, la comunidad internacional mantiene la asistencia humanitaria sin que se produzca un cambio real, mientras la cobertura informativa se ha reducido al mínimo.

Educación, trabajo y voz: un cerrojo total

El veto a la secundaria en 2021 y a la universidad en 2022 dejó fuera de las aulas a millones de jóvenes. A ello se sumó la restricción a trabajar en ONG y la clausura de más de 12.000 salones de belleza, con la pérdida de unos 60.000 empleos.

En 2024, el Ministerio de Virtud y Vicio dio un paso más: declaró que las mujeres no podían rezar en voz alta ni pronunciar expresiones religiosas comunes delante de otras mujeres. En paralelo, entró en vigor una norma que prohíbe que la voz femenina sea escuchada en público, lo que limita desde la oración hasta la posibilidad de hablar en reuniones o actos comunitarios.

La voz se convirtió en un nuevo campo de represión: hablar, rezar o cantar puede considerarse una falta contra las normas talibanas

El resultado es un apartheid de género que impide a las mujeres aprender, trabajar, moverse libremente y, ahora, incluso expresarse. En muchas provincias, la aplicación de estas reglas se mezcla con el miedo, la censura y la autocensura.

Restricciones clave a mujeres en Afganistán (2021–2025)
Fecha Medida Impacto
09/2021 Veto a secundaria 1,1 millones de alumnas sin clases
12/2022 Prohibición de universidades Fin de carreras femeninas
12/2022 Veto a ONG Paralización de proyectos sociales
2023 Cierre de salones de belleza 60.000 empleos perdidos
2024 Prohibición de rezar en voz alta Restricción religiosa
2024 Prohibición de voz femenina en público Silenciamiento social
2025 Endurecimiento a trabajadoras en agencias Reducción de servicios humanitarios

La reacción de la comunidad internacional: ayuda sin avances visibles

La Unión Europea y EEUU insisten en que no reconocerán a los talibanes mientras no se respeten los derechos de las mujeres. Sin embargo, la estrategia de sanciones y ayudas humanitarias no ha logrado cambios sustanciales.

En 2025, 22,9 millones de personas necesitan asistencia, pero la financiación internacional se reduce año a año. La falta de coordinación y el cansancio político han debilitado la presión, dejando a las afganas atrapadas en un sistema sin salidas.

La comunidad internacional evita reconocer al régimen, pero su política no consigue devolver a las mujeres ni la escuela ni la voz

Del foco global al silencio mediático

El interés mediático internacional se disparó en 2021, pero cayó con rapidez. Cada nueva prohibición —de la universidad, del empleo o ahora de la voz— ocupó titulares unos días y después desapareció del debate.

En paralelo, Afganistán ha caído al puesto 175 de 180 en el índice de libertad de prensa, con redacciones vaciadas y periodistas acosadas. La doble invisibilidad es evidente: censura interna y olvido externo.

El apagón informativo reduce la presión internacional y normaliza la represión contra las mujeres

Un futuro condicionado

Si no se reabre el acceso a la educación, al empleo y a la libertad de expresión, Afganistán consolidará una brecha histórica. La comunidad internacional necesita condicionar cualquier diálogo a resultados verificables, reactivar programas puente y reforzar la presión diplomática.

Más información

En plena negociación fiscal, la patronal denuncia que las compañías francesas soportan una presión récord y rechaza aportar más vía impuestos. Los sindicatos, por…
El guion de 2025 combina cosechas tensas por clima y enfermedades con un consumo que resiste mejor de lo esperado. El resultado es un…
Desde 2021, Afganistán vive un entramado de vetos que cercenan la presencia femenina en todos los ámbitos. Las niñas fueron expulsadas de escuelas y…