La Asociación Española de Banca (AEB) y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) han unido fuerzas en contra del impuesto a la banca para financiar las pensiones que ha propuesto el Gobierno de Pedro Sánchez. Las dos grandes patronales del sector financiero español consideran que esta media, que califican de “injusta”, conllevaría “efectos perjudiciales para la economía” y afectaría a la solvencia del sector.
En un comunicado conjunto, AEB y CECA señalan que “si bien los objetivos que se pretenden alcanzar con estas medidas se pueden compartir, la creación de nuevos gravámenes a la banca no constituye una solución adecuada, porque sería injusta y porque conllevaría efectos colaterales perjudiciales para la economía española en general”.
Para la banca española no resulta “razonable” hacer recaer las necesidades de ingreso adicional del sistema de pensiones sobre “un único sector empresarial, especialmente si se tiene en cuenta que su ponderación en la economía y en los beneficios empresariales es en torno al 3%”. “Si la solución a este problema requiere aumentar los ingresos públicos, todos los agentes deben contribuir a sufragarlo de manera equitativa”, señala.
Las patronales señalan además que un impuesto de este tipo podría generar una “desventaja competitiva”, de los bancos españoles a nivel europeo, al tiempo que supondría un obstáculo a “la contribución al empleo y al desarrollo de la actividad económica” que lleva a cabo el sector “a través de la concesión del crédito”.
AEB y CECA, que destacan que la contribución de la banca al sostenimiento del gasto público es “superior al de otros sectores de actividad”, recuerda además que la regulación europea ha introducido diversas exigencias para reforzar la solvencia del sistema financiero que afectan a los resultados y, por tanto, a los dividendos “que percibe una amplia base accionarial minorista”. “El establecimiento de un impuesto sectorial supondría un sobrecoste adicional que haría aún más difícil acceder al mercado de capitales”, destacan.
Por último, este gravamen “podría tener unos efectos recaudatorios inferiores a los pretendidos y, sin embargo, afectar de forma muy negativa a la solvencia” del sector, señalan las patronales.
Las advertencias de AEB y CECA se conocen sólo un día después de que la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, se mostrase “convencida” de que los bancos serán “solidarios” y no repercutirán en sus clientes el nuevo impuesto si finalmente se implanta.
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