La Comisión Técnica conformada por el Ministerio de Transportes y el Govern ha dado luz verde al proyecto de Aena que “permite compatibilizar el desarrollo del hub intercontinental y la preservación de la laguna de La Ricarda”, detalla el gestor aeroportuario en una nota.
“La nueva solución supone prolongar la pista 24L-06R (pista mar), lo que permite alcanzar la capacidad necesaria para que el aeropuerto pueda albergar sin restricciones aeronaves que operan rutas intercontinentales, a la vez que minimiza el impacto acústico sobre las poblaciones vecinas”, afirma en el comunicado.
El incremento de capacidad del campo de vuelo implica la necesidad de construir una terminal satélite.
La propuesta técnica de ampliación del campo de vuelo consiste en un alargamiento de la longitud de la carrera de despegue en 500 metros, para llegar a los 3.160 metros totales de pista. “Esto es compatible con disminuir la afectación sobre los espacios naturales gracias al uso parcial de las zonas que siguen a los extremos de pista”, asegura, antes de señalar que la laguna de La Ricarda “preservará la lámina de agua, ya que la pista termina antes del brazo principal que la conecta con el mar”.
El proyecto implica las siguientes actuaciones principales:
– Remodelación de la Terminal 1.
– Remodelación de la Terminal 2.
– Prolongación de la pista mar.
– Nueva Terminal Satélite.
– Mejoras asociadas a la pista mar.
– Actuaciones en los aparcamientos de las dos terminales.
Impacto medioambiental
El proyecto final, detalla Aena, garantiza la “menor afectación” medioambiental con medidas como la “preservación de la laguna de La Ricarda, la no afectación de El Remolar fuera del perímetro aeroportuario y la reducción del impacto acústico en las poblaciones vecinas”. El acuerdo incluye, además, actuaciones compensatorias destinadas a mejorar los espacios naturales del Delta del Llobregat, “que se detallarán durante la tramitación del Plan Director, pero que irán destinadas, entre otras, a ganar más de 270 hectáreas de espacios naturales, lo que implica multiplicar por 10 la superficie afectada”, También, a crear un “anillo verde” en el entorno aeroportuario para compatibilizar los usos agrícolas con la protección ambiental o crear un fondo ambiental para reforzar la protección del Delta del Llobregat.