Abascal niega que exista el colectivo LGTBi y dice que los asesinos de Samuel fueron «una okupa, un militante de extrema izquierda y un inmigrante»

Abascal niega que exista el colectivo LGTBi y dice que los asesinos de Samuel fueron «una okupa, un militante de extrema izquierda y un inmigrante»

El líder de Vox dice que solo "hay españoles" de diferentes ideas y tendencias sexuales, a los que no preguntan "por asuntos privados" y "mucho menos con quién se acuestan".

Santiago Abascal

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha sostenido este viernes que los asesinos del joven Samuel Luiz en A Coruña fueron «una okupa, un militante de extrema izquierda y un inmigrante».

En una entrevista en Telecinco, Abascal ha denunciado que la «práctica institucionalizada» de «señalar» a Vox para generar «odio político» contra la formación y sus militantes. Entre los casos citados, ha incluido el de Samuel Luiz.

«Hemos sido señalados por unas balas que no saben quién ha enviado, por un cuchillo que recibió una ministra y por el asesinato de Samuel, que resulta que fue asesinado por una okupa, por un militante de extrema izquierda y por un inmigrante», ha sostenido.

En total fueron detenidas seis personas por la muerte de Samuel. Tres de ellas permanecen en privisión provisional y sin fianza mientras que una cuarta, la única mujer, quedó en libertad con obligación de comparecer ante el juzgado. También fueron detenidos dos menores de edad como presuntos implicados.

NIEGA LA EXISTENCIA DEL COLECTIVO LGTBi 

Abascal ha explicado este viernes que su partido no entiende que haya un colectivo LGTBi, sino que «hay españoles» de diferentes ideas y tendencias sexuales, a los que no preguntan «por asuntos privados» y «mucho menos con quién se acuestan».

El líder de Vox ha realizado esta reflexión tras la polémica por la denuncia falsa de un joven que aseguraba haber sido víctima de una agresión homófoba en el barrio de Malasaña de Madrid. Ha defendido que su partido no es racista, machista ni homófobo, sino que se dedica a defender «a todos los españoles». «No entendemos que haya un colectivo LGTBi, entendemos que hay españoles de unas ideas u otras, de una tendencia sexual u otra; a los españoles no les preguntamos sobre asuntos privados, menos aún con quién se acuestan», ha subrayado.

Por ello, ha defendido la postura de Vox en contra de que la bandera del «lobby» LGTBi ondee en instituciones públicas. A su juicio, la bandera de España ya «acoge y representa a todos los españoles independientemente de su ideología, origen u orientación sexual».

«Nos negamos a que se hable de un colectivo porque eso interesa a un lobby determinado que se quiere arrogar la representación de todos los homosexuales», ha insistido sobre un debate que cree «viciado» y que avisa que «no va a ningún lado» porque «la mayor parte de los españoles se están dando cuenta de las trampas».

De hecho, ha vuelto a negar que su partido incite ningún tipo de odio y ha respondido que precisamente «el odio político va dirigido fundamentalmente contra Vox». «Se dicen muchas cosas falsas, como que Vox está detrás de la propagación del odio contra los homosexuales cuando en Vox hay muchísimas personas homosexuales», ha asegurado.

Y ha puesto el ejemplo del Congreso de los Diputados, donde asegura que solo dos de sus 350 miembros han sido heridos durante esta legislatura y los dos son parlamentarios de Vox: Rocío de Meer y Ángel López Maraver, que sufrieron heridas durante actos políticos en el País Vasco y en Vallecas (Madrid), respectivamente.

En este contexto, Abascal ha señalado directamente al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, a quien ha definido como un «mentiroso compulsivo» capaz de hacer «cualquier cosa» con tal de mantenerse en el poder y «señalar» a Vox. «Nosotros no odiamos ni a los homosexuales, ni a los inmigrantes ni a las mujeres; a quienes detestamos es a la izquierda, al PSOE y a Podemos», ha replicado.

«RIESGO DE LA INMIGRACIÓN MASIVA»

En este contexto, ha defendido su postura de relacionar la inmigración ilegal con la inseguridad y ha aludido a «manadas» formadas por personas «que normalmente vienen de otros países» y están en España ilegalmente.

A su juicio, esto es consecuencia de una política de efecto llamada que pone a los españoles «en riesgo» porque atrae a ciudadanos de países «donde no se respeta a la mujer y no se respeta a los homosexuales».

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