A las instituciones de vocación global

Tribuna

A las instituciones de vocación global

Las situaciones de los últimos días en EEUU con los escarceos entre diversas instituciones públicas y las "tecnológicas" muestra problemas que se pudo anticipar y riesgos, por conflictos evitables, los cuales principalmente crean costos. Y que deben dejar enseñanzas para todos.

Innovacion desarrollo

Recado para el ecosistema de las instituciones de vocación global: al mundo interesa el mejor resultado posible de las actuales olas de innovación disruptiva. Y recuerden: no hay mejor logro que el que maximiza los logros intencionalmente definidos, ni mejor conflicto o costo que el que se evita.

Las situaciones de los últimos días en EEUU con los escarceos entre diversas instituciones públicas y las «tecnológicas» muestra problemas que se pudo anticipar y riesgos, por conflictos evitables, los cuales principalmente crean costos. Y que deben dejar enseñanzas para todos.

Esas situaciones pudieron ser objeto de anticipación. Es tarea de los «tanques de pensamiento». El pleno desarrollo de toda nueva forma de creación de bienestar pasa por la previsión del mejor ambiente a sus promotores y desarrolladores, lo cual incluye anticipar sus posibles fallas y las soluciones a ellas y establecer el marco institucional, legal y regulatorio adecuado a sus fines esperados y a la superación de los obstáculos en ese camino. En eso andamos en aquéllo de la Deontología de la Criptoeconomía.

Bien entendido lo anterior, no es otra cosa que un reclamo cordial de la apropiada previsión. El «Ciclo Integral de la Gestión», concepto de raigambre fayoliana que acuñáramos hace más de diez años, nos impone iniciar la reflexión y estudio de cualquier realidad con los recursos de la Prospectiva y la Estrategia; pero, con base en una permanente revisión y visión analítica de lo que pasa en el día a día y en el aprendizaje a partir de lo ya pasado.

Nos referíamos la semana pasada, con relación al complejo de disrupciones en diversos ámbitos del momento actual, a la necesidad profesional de iniciar cualquier aproximación por la vía de los recursos profesionales citados. Todo proceso interesado en la visión de desarrollo de largo plazo de cualquier campo del desarrollo humano puede y debe ser basado en formulaciones normativas y estratégicas ex-ante.

Si el trabajo es bien hecho, debería pensar en las eventuales disfuncionalidades en el proceso de desarrollo. En sus fallas. Y en sus modos de corrección y regulación. Para la Criptoeconomía, por ejemplo, en nuestros trabajos, aún en una etapa temprana de desarrollo, hemos planteado un sencillo, pero ambicioso marco deontológico de cara a su desarrollo, base legal y normativa regulatoria; el cual, en su primer componente hace referencia a una amplia e integral definición de los fines de la legislación y la regulación. E insistimos en el recado: sugerimos que todo nuevo campo en desarrollo, o a desarrollar, haga tal definición.

Planteamos: «Todos los agentes y agencias involucrados en el #Criptomundo acatan y respetan que la legislación y la acción regulatoria de los #criptoelementos apuntarán a los fines de: la estabilidad financiera, la seguridad integral de los procesos, el cuido de manipulaciones y ventajas impropias, el mejor desarrollo de las diversas tecnologías de base y el fomento de los factores de competitividad de los operadores y el reconocimiento y cumplimiento de las obligaciones fiscales».

De igual modo, «el cuido de: los manejos de datos y procesos, las ventajas impropias de pocos ante muchos en las prácticas de mercado, la privacidad de datos, el lavado de dinero, las transacciones y otras acciones fraudulentas, las organizaciones criminales y el financiamiento del terrorismo». Y que «Los operadores y participantes del #criptomundo no deberían ser interferidos con acciones que no representen una efectiva acción reguladora».

En un ámbito que no es directamente el de la Criptoeconomía; pero, en el complejo de disrupciones del cual forma parte, la semana pasada nos permitió el seguimiento de una serie de eventos de claro valor analítico sobre lo que pasa y que debió anticiparse. Con relación a las «tecnológicas» (un plural que podría incluir todos los procesos disruptivos actuales) se informa que la Comisión Federal de Comercio de los EEUU tiene una serie de reuniones públicas sobre la economía digital (la Criptoeconomía es la última provincia de tal campo) y el poder de mercado de los gigantes tecnológicos.

Pero, hay mucho más. Hay temores. De acuerdo a Shira Ovide, de Bloomberg Technology, «hay nueva evidencia de que muchas instituciones del gobierno de EE. UU rastrean todas las empresas tecnológicas y cuestionan lo que hacen, aumentando las probabilidades de golpes regulatorios, legislativos y / o legales». La gran pregunta es: ¿la legislación y la regulación de las «tecnológicas» fue convenientemente anticipada, o cae en la práctica de las actuaciones reactivas? Si fuere lo segundo, ¿a quiénes beneficia? O también, ¿es la Prospectiva solo un retador ejercicio intelectual de futurología, o, por el contrario, una herramienta valiosa de anticipación de vacíos y fallas a ser resueltas ex-ante? Para la Deontología de la Criptoeconomía -por ahí van nuestros trabajos- las liebres van tras los perros. Anticipamos para optimizar procesos por venir.

***Santiago J. Guevara G., es economista venezolano, experto en Prospectiva, Estrategia y Gestión. Profesor universitario jubilado. Ejerce la Coordinación Adjunta de la Materia Interescuelas de FACES-UC (Universidad de Carabobo) en «Gerencia y Finanzas de Criptomonedas y Criptoactivos» y es facilitador del Diplomado en Criptomonedas del Ceate-FACES-UC. Es líder promotor del «Grupo de Deontología de la Criptoeconomía», basado en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo

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