La 90ª edición de la Vuelta cerró este domingo con un hecho inédito. Las protestas pro-Palestina bloquearon varios puntos del recorrido final en el centro de Madrid, lo que obligó a suspender la etapa y cancelar la ceremonia de podio. Hubo cargas policiales y lanzamiento de vallas y botellas en zonas como Atocha y el Paseo del Prado. Lo que debía ser una fiesta deportiva se transformó en una batalla política con acusaciones cruzadas entre Gobierno y oposición.
Una suspensión histórica en Madrid
Los ciclistas tuvieron que detenerse en varias ocasiones al entrar en la capital, neutralizando la carrera antes de que la organización anunciara la suspensión definitiva. La ceremonia de podio también fue cancelada.
La cancelación convirtió el cierre de la Vuelta en un símbolo de cómo la protesta política puede imponerse a un evento deportivo internacional
El Gobierno defiende la legitimidad de la protesta
Pedro Sánchez reconoció el esfuerzo de los ciclistas, pero aseguró su “admiración” por un pueblo que se moviliza por causas justas como Palestina. Yolanda Díaz calificó a la ciudadanía como “ejemplo de dignidad” y Mónica García afirmó que España “vuelve a ser faro mundial en defensa de los Derechos Humanos”.
Óscar López dijo que sentía lo ocurrido con la Vuelta, pero “más” por los palestinos masacrados, mientras Ernest Urtasun definió las protestas como respuesta a “la mayor atrocidad del siglo XXI”.
El Ejecutivo y sus socios interpretan las protestas como un ejercicio de dignidad democrática, aunque sus palabras alimentaron la crítica de la oposición
La oposición y Madrid responsabilizan a Sánchez
El alcalde José Luis Martínez-Almeida acusó al presidente de ser “directo responsable” de que la violencia venciera al deporte. Javier Ortega Smith (Vox) le señaló por “alentar” las protestas con “declaraciones incendiarias”. Isabel Díaz Ayuso reprochó al presidente “echar fuego” sobre la situación y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, criticó la actitud del Gobierno.
La Comunidad de Madrid anunció acciones legales y el Ayuntamiento exigió tolerancia cero frente a la violencia.
Podemos y Sumar celebran la suspensión
Ione Belarra celebró la cancelación y criticó la “militarización” de Madrid. El delegado del Gobierno, Francisco Martín, defendió que la Vuelta y las protestas podían convivir pacíficamente y reprochó a Ayuso su “aplauso a la masacre”.
Los partidos a la izquierda del PSOE consideran la suspensión un triunfo de la movilización y un gesto de solidaridad con Palestina
Principales reacciones políticas de hoy
Actor | Declaración destacada | Posición |
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Pedro Sánchez | Admira al pueblo que se moviliza por Palestina | Respaldo moral |
Yolanda Díaz | La ciudadanía es un ejemplo de dignidad | Apoyo explícito |
Mónica García | España es faro mundial en defensa de DDHH | Legitimación política |
Óscar López | Siente más por palestinos que por la Vuelta | Enfoque internacional |
Ernest Urtasun | Protesta contra “la mayor atrocidad del siglo XXI” | Crítica a Israel |
Ione Belarra | Celebra la suspensión de la etapa | Respaldo al boicot |
Almeida | Sánchez es directo responsable del caos | Crítica frontal |
Ortega Smith | Sánchez alentó protestas con palabras incendiarias | Acusación de incitación |
Ayuso | Sánchez “echa fuego” sobre la Vuelta | Denuncia de división |
Feijóo | Critica la actitud del Gobierno | Reclama neutralidad |
La cancelación de la etapa final de la Vuelta a España 2025 supuso un desenlace histórico que trascendió lo deportivo. El Gobierno lo interpreta como una protesta legítima, mientras la oposición lo presenta como el fracaso de Sánchez en garantizar seguridad y neutralidad. El debate sobre cómo compatibilizar libertad de expresión, seguridad pública y neutralidad deportiva se convierte en una de las grandes cuestiones abiertas tras un final que marcará la política española.