Pocas compañías pueden vanagloriarse de haber elevado su valor bursátil un 420% en sólo cinco años. Google es una de ellas. Desde que debutó en el Nasdaq el 19 de agosto de 2004, sus títulos han pasado a valer de 85 a 443,97 dólares. El índice tecnológico ha escalado sólo un 8% en este mismo periodo y algunos de sus competidores, como Yahoo!, valen hoy la mitad que entonces.
Sin embargo, el buscador de Internet ha vivido épocas mejores. En noviembre de 2007 sus acciones llegaron a intercambiarse a 747 dólares. Pero el desplome de los mercado financieros no pasó de largo, y los títulos de la compañía llegaron a caer hasta los 292 dólares. Así, el aniversario ha pasado sin pena ni gloria y sin comunicados por parte de la compañía, posiblemente porque, aunque la tendencia de las acciones en los últimos meses ha sido al alza, los accionistas que compraron antes de la crisis aún tienen poco que celebrar.
En estos cinco años, la firma no solo ha sido un éxito bursátil, sino que se ha convertido en el buscador por antonomasia (ahora acapara un 84% de la cuota de mercado) y un gigante de la red con ramificaciones en incontables negocios. En 2004, Google estaba básicamente centrado en su negocio de búsqueda, pero poco después comenzaría a lanzar servicios que incrementaron enormemente su popularidad y fuentes de ingresos.
Llegaría así el correo electrónico Gmail, el servicio de mapas Google Maps, el portal para compartir fotos Picassa, o programas de ‘software’ basado en la red como Google Docs, que han convertido a la firma en un serio competidor de Microsoft. La compañía está ahora incluso en el negocio de la telefonía móvil gracias a su plataforma Android y ha anunciado el lanzamiento de un sistema operativo llamado Chrome OS.
El gran acierto de Google, y la envidia de otros fenómenos de la red como Facebook, y Twitter, con problemas para rentabilizar su éxito, fue dar con un revolucionario sistema para obtener ingresos publicitarios.
