La lucha contra la contaminación por plásticos ha dado un nuevo paso durante la Cumbre de la ONU sobre los Océanos (UNOC3), celebrada en Niza (Francia). En esta reunión, 95 países firmaron una declaración para reforzar los esfuerzos globales de cara a la próxima ronda de negociaciones en Ginebra, que busca un tratado internacional vinculante. Con una producción anual de 460 millones de toneladas de plástico y un impacto devastador en la salud y el medio ambiente, el acuerdo podría suponer un cambio crucial en la forma en que la humanidad gestiona estos residuos.
Medidas contra los plásticos más problemáticos
La declaración insta a establecer medidas de obligado cumplimiento para eliminar progresivamente los productos plásticos más problemáticos y las sustancias químicas que generan mayor preocupación. Aunque no se han publicado los nombres de los 95 países firmantes, el compromiso representa un paso hacia un consenso mundial para frenar la polución por plásticos.
Se estima que, sin acciones contundentes, la producción anual de plásticos podría triplicarse para 2060, según advirtió el Gobierno francés, anfitrión de la UNOC3
Próxima cita en Ginebra: negociaciones clave
La declaración llega en un momento clave, ya que del 5 al 14 de agosto se celebrará en Ginebra (Suiza) una nueva ronda de negociaciones que podría definir los términos de un acuerdo internacional de obligado cumplimiento. Este proceso sucede tras cinco sesiones de negociaciones (en Uruguay, Francia, Kenia, Canadá y Corea del Sur) que no lograron avanzar debido a la oposición de algunos países productores de petróleo, como Arabia Saudí, Irán y Rusia.
El Gobierno francés señaló que este acuerdo es fundamental para proteger la salud pública y el medio ambiente
Impacto del plástico en los océanos y la salud humana
El impacto del plástico en los océanos es especialmente preocupante. Se calcula que cada año mueren alrededor de 100.000 aves y mamíferos acuáticos por la contaminación plástica. Además, entre 12.000 y 14.000 toneladas de plásticos acaban en el mar cada año, donde se desintegran y se incorporan a la cadena alimentaria, llegando incluso a los seres humanos.