Muy probablemente, los costes que van a suponer para HSBC, Crédit Agricole y JP Morgan las acusaciones de Bruselas hayan compensado, con mucho, la mala praxis. La Comisión Europea ha acusado hoy formalmente a los bancos Crédit Agricole, HSBC y JP Morgan Chase de haber participado en un cártel que manipulaba el tipo de interés interbancario para los productos financieros derivados. El del Euríbor parece ser el primer escarmiento (formal, también) que se lleva la gran banca de inversión por parte de Bruselas desde el inicio de la crisis.
Para mi jefe, todo lo que sean mecanismos de control y de regulación de los mercados le parece estupendo. Y más a la vista de lo que han hecho esos mercados cuando el control y la regulación han brillado por su ausencia.
Sin embargo, en este proceso tiene una queja. La primera es que la acusación es demasiado genérica. No se dicen cifras. No se dicen fechas. No se dice nada concreto. Es todo muy opaco. La segunda es que, muy probablemente, los costes que van a suponer para estos bancos estas acusaciones hayan compensado, con mucho, la mala praxis.
