El Consejo Español de Competitividad (CEC), representado por las 17 principales multinacionales españolas, se ha reunido este mediodía con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para comentar los progresos que ellos ven en la economía española y cómo les ha ido en los ‘road shows’ que han hecho recientemente para fomentar la Marca España, entre otras cosillas. Cuando nos hemos cruzado con mi jefe en los pasillos todavía no habían terminado el almuerzo así que hemos aprovechado para preguntarle al tipo cómo ve el la reunión en un registro próximo al ‘caso Bárcenas’.
Mi jefe ha contestado que no se puede imaginar nada más agradable –nótese la ironía- que un encuentro entre Rajoy y estos 17 empresarios un día después de que Luis Bárcenas haya sugerido que varios de ellos, o sus colegas, fueron los responsables del dinero negro que actualmente mantiene en la picota al propio Rajoy. Pero que bueno, al fin y al cabo todos estos tipos tienen que estar condenados a entenderse.
En cualquier caso, una reflexión al margen. O no tan al margen. Algunas de estas empresas, por no decir muchas, pagan en España unos impuestos ridículos (del orden del 6% o 7%, en algunos casos; la mitad que en el caso de ese paraíso fiscal llamado Irlanda). Y esa es, probablemente, otra forma de hacer el listillo en España. Una forma que debería preocuparnos a todos, y que el señor Rodríguez Zapatero tampoco tuvo a bien resolver pese a sus promesas y los vítores con los que inicialmente estas eran recogidas.
