Rifirrafe entre Pablo Iglesias y los periodistas en la Complutense

Chismes y apuntes

Rifirrafe entre Pablo Iglesias y los periodistas en la Complutense

Pablo Iglesias, secretario general de Podemos

El líder de Podemos ha regresado a la Universidad Complutense de Madrid con motivo de la presentación de un libro con plantón de la prensa incluido. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha regresado esta mañana a la Universidad Complutense de Madrid para participar en la presentación del libro En defensa del populismo. Un acto en el que el líder de la formación morada ha criticado a los medios de comunicación y su cobertura a Podemos. En concreto, ha mencionado en varias ocasiones al periodista de El Mundo Álvaro Carvajal, presente en la sala. Unas críticas ante la que los periodistas se han levantado y abandonado la sala en la que estaba teniendo lugar la presentación del mencionado libro.

“Entre periodistas y Podemos se ha generado una cierta relación psicoanalítica para explicar varias cosas”, ha afirmado Iglesias, que ha destacado que “les veo con cara de miedo por primera vez a los periodistas”, según recoge Europa Press, pero el momento álgido ha llevado cuando ha mencionado a Álvaro Carvajal. El líder de Podemos ha destacado que los periodistas que habitualmente cubren la información de Podemos asumen que para “prosperar” en su carrera tienen que escribir noticias que “no tienen por qué ser verdad”.

“Tengo que colocar noticias que digan que Podemos lo hace todo fatal”, ha dicho Iglesias, que ha insistido en que “buena parte de los periodistas” que siguen a la formación morada están “obligados profesionalmente a hablar mal” de Podemos “porque así son las reglas del juego”.

Estas palabras han indignado a los periodistas presenten en este acto en la Complutense, que se han levantado de sus asientos y han abandonado sala criticando las palabras de Pablo Iglesias sobre su labor.

El propio secretario general de Podemos ha intentado quitar hierro al asunto y, horas después, en su cuenta personal de Twitter ha pèdido “disculpas” y ha reconocido que “no debí personalizar”. Eso sí, “dije la verdad”.

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