La Sanidad Madrileña continúa con su lucha. Ganamos una batalla, pero quedan muchas más

Opinión

La Sanidad Madrileña continúa con su lucha. Ganamos una batalla, pero quedan muchas más

Julián Ezquerra Gadea, secretario general de AMYTS

Hacer un resumen sobre la situación actual de la Sanidad Madrileña, obliga a una profunda reflexión y un serio repaso de los temas que aún están por resolver. Y son muchos. A finales de 2012, y durante el año 2013, hemos librado una batalla trascendental contra un adversario muy poderoso, el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Sustentado por una mayoría absoluta y por tanto con la legitimidad de esta mayoría, el Gobierno de la Comunidad, a través de la Consejería de Sanidad, inició un cambio de modelo sanitario amparado en la más absoluta ideología, sin consensuar con nadie, haciéndolo a escondidas y sin conocimiento de ningunos de los actores principales. Estos actores son los profesionales, los pacientes, las sociedades científicas, y también y hay que decirlo, la oposición política.

Fruto de esta idea de cambio de modelo, el ya cesado Consejero Fernández-Lasquetty, anunció lo que denominaron PLAN DE MEDIDAS DE GARANTÍA DE LA SOSTENIBILIDAD DEL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO DE LA COMUNIDAD DE MADRID. Y con ello se desencadenó el mayor movimiento social contra una medida dictada por un Gobierno. Duró meses la protesta, y aún se mantiene viva cada tercer domingo de mes, aunque la efervescencia y el punto álgido tuvieron lugar en Diciembre de 2013 y primeros meses de 2014. Manifestaciones, huelgas, noticia estelar casi diaria en medios generalistas, sanitarios, televisiones, etc. Tras los recursos judiciales presentados por AMYTS y Afem, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid suspendió cautelarmente el concurso que intentaba privatizar 6 hospitales públicos que hasta ahora tenían una gestión mixta. Con ello, en buena medida se disminuyó el conflicto, pero no se terminó con el mismo.

Seguimos manteniendo el rechazo por el desmantelamiento del Hospital Carlos III y sus servicios punteros, alguno de los cuales, como el de enfermedades infecciosas y tropicales, se demostró necesario a raíz del ingreso de dos casos de Ébola sobradamente conocidos que por desgracia han supuesto el fallecimiento de dos pacientes. La improvisación, la “reapertura urgente” del servicio, la falta de alternativa en funcionamiento, puso de manifiesto el tremendo error que los responsables de la Consejería cometieron con este cierre, que nadie con conocimiento hubiera hecho. Y en estas circunstancias, una profesional técnica de enfermería, Teresa Romero, sufre un contagio que ocasiona el primer caso de enfermedad por virus Ébola que sufrimos fuera del continente africano. Desde aquí quiero manifestar todo mi apoyo y consideración hacia esta profesional, que haciendo un acto heroico, digno de una persona íntegra y digna de la mayor admiración, ha resultado contagiada y afectada por esta terrible enfermedad. Deseo con toda mi alma su recuperación, y que cuando estas líneas se publiquen, las pueda leer y sentir el orgullo que yo siento por ella.

El desmantelamiento del Carlos III, sin tener alternativa, y la nefasta gestión de todo lo referente a los casos de Ébola de los pacientes repatriados y de nuestra compañera Teresa, han sacado a la luz la improvisación, la descoordinación, todo el malestar que los profesionales hemos hecho público desde que en Mayo apareció el primer caso de sospecha, afortunadamente no confirmado.

Todos denunciamos la falta de equipos adecuados, de formación, de protocolos, de entrenamiento, de coordinación y dirección técnica, etc. Es así como se afronta la atención de los enfermos y el primer caso de contagio de un profesional, ha puesto de manifiesto todas estas carencias, haciendo que al final todos sean conocedores del desastre de gestión de la Consejería de Sanidad y el Ministerio de Sanidad, encabezados por el Consejero Javier Rodríguez y la Ministra Ana Mato.

Ha sido tal el descontrol y la nulidad en la gestión, que el pasado viernes 10 de octubre, el Gobierno de la Nación, ha tenido que intervenir a la Comunidad de Madrid, hacerse cargo de la gestión del caso, desautorizando al presidente de la Comunidad y a su Consejero, a la vez que pone al frente de esta crisis a la Vice-Presidenta del Gobierno, demostrando con ello también una clara y manifiesta desautorización hacia su Ministra de Sanidad.

Por todo ello, varias veces he solicitado en mi nombre y en el de AMYTS, el cese inmediato de estos responsables políticos. Lo de las manifestaciones del Consejero y sus salidas de tono no merecen otro calificativo que el de indecentes, y más viniendo de quien vienen.

Podría seguir hablando de más cosas de ese plan, como lo que pasa con el Hospital de La Princesa, Puerta de Hierro, los planes estratégicos, etc, pero mejor me centro en otras cosas.

Tras el cese/dimisión de Fernández-Lasquetty, y en un intento de calmar las aguas turbulentas que acechaban la Sanidad Madrileña, el Presidente, Sr. González, tomo la decisión de nombrar como nuevo Consejero al que hasta entonces era portavoz de Sanidad en la Asamblea de Madrid, Javier Rodríguez. Médico, catedrático, conocedor de la Sanidad, que se pone al frente y comienza una intensa actividad de contactos con los profesionales, prometiendo cambios, dialogo, participación..etc. Pero lo que pareció en ese momento un cambio que prometía, se ha convertido en el mejor ejemplo del refrán, “otro vendrá que bueno te hará”.

Pues bien. De forma inesperada y con una puesta en escena digna de un amante del espectáculo, el presidente, Sr. González, anuncia a bombo y platillo y para su mayor gloria, en un salón de actos abarrotado del Hospital Gregorio Marañón, que se procederá a nombrar interinos a 5000 eventuales del SERMAS. De repente, lo que se prohibió por ley en el año 2009, se autoriza por obra y gracia del Presidente de la Comunidad. Me callo en este momento lo que para todos era el motivo de este anuncio.

Había muchos problemas pendientes de resolver. Carrera profesional, pago de trienios, traslados, bolsas, aplicación de jornada, convenios de los nuevos hospitales, oposiciones pendientes de cerrar y de iniciar, estatutarización, direcciones de centros de salud, turnos deslizantes, plantillas de los centros, etc. No quiero ser exhaustivo, y seguro que se me olvidan muchas otras cosas. Por supuesto, todo ello o casi todo, estaba ya reconocido y acordado en los ya famosos acuerdos de 2007. Me dejo para el final algo clave, y es el anuncio de las interinidades.

Con agrado, aunque sea tarde, recibimos el anuncio de hacer interinos a los eventuales. Tan viejo es ya este asunto, que en el año 2007, con los acuerdos se establecía que se debían hacer interinos a los eventuales que llevaran más de dos años con contratos. Ya entonces teníamos compañeros con hasta 8 y 10 años encadenando estos contratos. Llegado el día 18 de julio de 2014, la Mesa Sectorial de Sanidad, sin la firma de AMYTS, acuerda poner en marcha un modelo de actuar para los nombramientos de interino, que discrimina de forma clara a los facultativos de Hospital, y que a nuestro juicio atenta contra los criterios legalmente establecidos, en el sentido de que el acceso a la Función Pública debe aplicar la igualdad, el mérito y la capacidad.

Por esta razón, es decir, por entender que el acuerdo para hacer interinos esta fuera de la legalidad, AMYTS presentó un recurso de alzada, y será objeto, en el caso de no atenderse al mismo, de la correspondiente demanda judicial. Para algunos esto puede suponer un problema, pero hay que entender que el bien de la mayoría, la legalidad, y el cumplimiento de los acuerdos debe prevalecer sobre intereses particulares. Entendemos que si se levantó la prohibición de nombrar interinos, se debe aplicar de inmediato lo que dicen los acuerdos de 2007, y no un nuevo acuerdo dictado al interés de la Consejería y que incumple los preceptos legales de igualdad, mérito y capacidad. Por ello, AMYTS continuará defendiendo el derecho y la obligación de nombrar interino a todo eventual que tenga más de 2 años de contrato. Otra cosa sería injusta.

Pero no olvidamos los otros temas pendientes, no. La carrera, los trienios, los traslados….todo lo anteriormente referenciado, seguirá en nuestro objetivo. No volveremos a las grandes manifestaciones, huelgas, etc de los meses pasados, pero si seguiremos reclamando a los cuatro vientos nuestros derechos, que nos reconozcan lo que nos deben, que apliquen todos los acuerdos de 2007, que la aplicación de la jornada de 37,5 horas se negocie y se nos permita trabajar. Son muchas cosas, de las que no nos olvidamos y a las que no renunciamos.

Por todo ello, debemos ser conscientes de que esto no ha terminado. Que la pugna y las demandas profesionales continúan, y que las defenderemos sin hacer daño a los pacientes, pero con firmeza y con toda la fuerza que la ley nos permita. No sabemos qué futuro nos espera en las próximas elecciones a la Comunidad de Madrid, pero si quien nos ha llevado a esta situación es el actual Gobierno, debe ser este también quien reponga lo que nos debe, sin esperar a que vengan otros o su nuevo gobierno a recomponer lo que es de su responsabilidad.

Termino con una frase, El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho. William Shakespeare.

Sean sabios, y reparen el daño hecho. La Sanidad Madrileña, sus ciudadanos y los profesionales lo merecen.

*Julián Ezquerra Gadea es secretario general de la Asociación de Médicos y Técnicos Superiores (AMYTS).

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