La alegría de la huerta (de caquis) de Juan Cotino

Chismes y apuntes

La alegría de la huerta (de caquis) de Juan Cotino

Juan Cotino, presidente de las Cortes valencianas

El todavía presidente de las Cortes valencianas podría recibir novedades de la investigación de créditos de Bankia entre árboles oriundos de Japón y China. Cuatro décadas dedicadas a la política son muchas. Y más, cuando la recta final ha estado salpicada de escándalos de corrupción y tratos de favor. Por eso, el presidente de las Cortes valencianas parece haber decidido quitarse el traje de chaqueta y enfundarse el de faena para recolectar caquis lejos ya de los tejemanejes de la Capital del Turia.

Juan Cotino, nombre propio de la política valenciana por méritos a veces cuestionados, ha anunciado su retirada en las próximas semanas justo antes de presidir la reunión de la Junta de Portavoces de la Cámara regional celebrada este martes. El todavía presidente de las Cortes considera que es lo mejor para reponerse “psicológicamente” después de tantos años al servicio del Partido Popular de la Comunidad Valenciana en el que su familia representa toda una institución.

Sin embargo, el político y empresario no ha querido poner fecha para su partida hacia tierras de labranza. “Me iré el día y la hora que toque. No es hoy ni mañana, será en breve”, ha subrayado a la par que ha destacado que esta decisión estaba tomada desde “hace mucho tiempo”. Es así que quiere acabar sus días en activo antes de que le llegue la jubilación el año que viene como agricultor, su profesión primera.

Mientras llega el que considere momento oportuno para dar el paso, Juan Cotino ya ha avanzado en varios trámites. De hecho, según ha explicado, desde hace meses está dado de baja en régimen general de la Seguridad Social y figura ya como autónomo para poderse entregar al cultivo del caqui en su Chirivella natal, ciudad de una región con nombre agrario como no podía ser de otra manera: Huerta Oeste.

La fecha de su retirada se aproxima desde que en enero anunció por vez primera su intención de volver a la plantación agraria de su propiedad. Quizá allí, entre árboles oriundos de Japón y China, reciba noticias sobre la investigación abierta por algunos créditos que la maltrecha Bankia cometió, quizá sin cumplir todos los trámites necesarios, al reconvertido agricultor Juan Cotino.

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