El esperpento de Bruselas (un nuevo capítulo)

Mi jefe dice...

El esperpento de Bruselas (un nuevo capítulo)

Sede de la Comisión Europea

Los Veintiocho se han reunido esta semana para elegir los nuevos altos cargos del órgano de gobierno de la Unión Europea. Como no se han puesto de acuerdo, han decidido, ya que estaban, celebrar el sesenta cumpleaños de Merkel. Salía Matteo Renzi, el primer ministro italiano, muy cabreado de la ciudad belga, más conocida como la capital de Europa. Tan cabreado que incluso se ha permitido declarar ante la prensa que la próxima vez, para cantarle el cumpleaños feliz a Merkel, no se toma la molestia de coger un avión desde Italia. Y es que Renzi, como otros jefes de Estado, pensaba que el encuentro de los Veintiocho celebrado esta semana tenía como objetivo elegir los nuevos cargos de la Comisión.

Pero parece no, que el motivo real de la cumbre era el de pintar monas.

Mi jefe comparte el enfado del italiano, y dice que es absolutamente impresentable que, dadas las circunstancias y dado el auge del euroescepticismo, los principales responsables actuales del proyecto europeo se vayan de vacaciones dejando vacíos los asientos más importantes de Bruselas. Y que en fin, que a ver si al final son los euroescepticos los que van a llevar razón y esto ya no hay ni por donde cogerlo. También podría ser.

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