Pablo Heras-Casado, director de orquesta español

Entrevista

Pablo Heras-Casado, director de orquesta español

La Filarmónica de Berlín, la Filarmónica de Viena, la Metropolitan Opera de Nueva York: el director de orquesta español Pablo Heras-Casado se ha convertido en todo un referente de la música española aclamado a nivel mundial.

Pablo Heras-Casado

«Hay un déficit absoluto en la enseñanza musical»

Entrevistado por dpa con motivo del concierto que ofreció el jueves en Berlín, rememora su larga carrera musical, a pesar de estar a punto de cumplir los 40 años, y no puede evitar mostrar su preocupación por el déficit que existe en la enseñanza musical, algo contra lo que hay que luchar para poder «formar a personas que crezcan a través de la música en el respeto, en escuchar, en dialogar».

dpa: De un barrio de Granada a dirigir orquestas por medio mundo, ¿qué es lo que le llevó a ser el director de orquesta que es hoy en día?

Heras-Casado: Es difícil pensar en una trayectoria o un plan, porque básicamente no lo hay. Ni me pasa a mí, ni creo que le haya pasado a ningún director tener un plan claro para llegar a esto (…) Claro que siendo de una familia muy humilde, de un barrio de Granada donde no hay músicos, simplemente he sido mi propio impulso y mi propia pasión por aprender y vivir la música. Nunca me había marcado un objetivo. No voy a decir que no haya sido ambicioso, pero mi ambición no ha sido llegar a algún sitio, sino aprender y ser mejor músico cada día.

dpa: ¿Cuáles han sido sus mayores dificultades?

Heras-Casado: El reto es seguir estando muy equilibrado física y emocionalmente, mentalmente. Ése es el reto y el desafío. Y para llegar hasta aquí, la dificultad, que no es una dificultad en sí misma, es haber tenido que hacer yo solo el camino y tomar todo el tiempo decisiones muy importantes a cada paso para seguir mi camino.

dpa: ¿Se ha arrepentido alguna vez de alguna de sus decisiones?

Heras-Casado: No, nunca. No, porque todo ha servido para algo. Al final tengo la fortuna de dedicarme a lo que me dedico y de trabajar con los mejores músicos del mundo y además mantener las raíces y mi contacto con mi familia y mi entorno más cercano intacto. No me arrepiento de nada. Soy un afortunado en ese sentido.

dpa: Es uno de los directores de orquesta de España más aclamado a nivel mundial. Conquistó la Metropolitan Opera de Nueva York con su «Rigoletto» y ha dirigido la Filarmónica de Viena, un honor reservado solo a unos pocos, ¿le queda algún sueño por cumplir?

Heras-Casado: Sí, muchos. No son sueños como en el caso de un deportista que quiere ganar tal torneo. Aquí no se trata de conseguir un número mayor de conciertos o un listado de nombres con los que he trabajado. Ya he trabajado con todos los que quería trabajar y sigo haciéndolo. Mi sueño ahora es ahondar aún más en esas relaciones. Cada ocasión es una oportunidad para seguir ahondando aún más en mi camino como director de orquesta y en mi relación con las orquestas. El camino es muy largo. No es una cuestión de llegar y marcar con una cruz después de haber dirigido tal o tal orquesta.

dpa: Tras su paso por numerosos escenarios del mundo, ¿de cuál guarda un especial recuerdo y por qué?

Heras-Casado: Pues de muchos. Me viene a la cabeza, por ejemplo, el haber debutado en el festival de Granada, el dirigir en el Palacio de Carlos V por primera vez, que para mí ha sido un sitio mítico. También la primera vez que dirigí la Filarmónica de Berlín fue muy importante, al igual que cuando dirigí la Metropolitan de Nueva York.

dpa: Pero, ¿cuál fue su mayor reto?

Heras-Casado: Es difícil decir cuál ha sido el mayor reto, porque cada uno de esos momentos por un motivo o por otro requieren toda tu concentración, toda tu energía (…) Me cuesta pensar en el mayor reto, porque para mí, cada concierto, cada uno, siempre ha sido el más importante, siempre, sea donde fuera. Ahora y hace 20 años.

dpa: Principal director musical invitado del Teatro Real donde tuvo lugar hace dos años el estreno mundial de la ópera de Lorca «El Público», un proyecto muy especial. ¿Qué supuso para usted?

Heras-Casado: Estar en el Teatro Real es muy importante para mí. Es uno de los proyectos más importantes de mi vida musical actualmente, porque es un teatro, un lugar que tiene para mí una doble vertiente. Siempre ha sido un referente y es la institución escénica de referencia en España, pero también he tenido una historia personal y artística continuada con el Teatro. Estar ahora cada año en la programación con proyectos muy importantes es una maravilla y una suerte, pero también es una responsabilidad muy grande trabajar en casa, trabajar en España (…) Haber dirigido «El Público» de Lorca, un estreno mundial, una pieza nueva compuesta por Mauricio Sotelo sobre una obra muy compleja de Lorca, fue un momento muy emocionante. Estrenar una ópera es algo que ocurre pocas veces y es mucha responsabilidad, porque de ti depende crear una referencia sonora desde un material inerte, una partitura. Fue un proyecto muy bonito.

dpa: ¿Le gustaría asumir la titularidad del Teatro Real en un futuro?

Heras-Casado: Pues no lo sé. Inmediatamente no, porque estoy contentísimo con el papel que tengo ahora mismo. Tengo una presencia, no solamente cuando dirijo el título anual(…) Mi presencia allí es continuada. Esto me permite seguir con todas mis giras alrededor del mundo, pero tener un pie en casa.

dpa: Como nuevo director del Festival Internacional de Música y Danza de Granada vuelve a su tierra, ¿nada como estar en casa?

Heras-Casado: Sí, estoy muy contento. También es muy importante. Básicamente lo acepté por romanticismo también, porque es estar en Granada. Es donde nací, es mi casa, donde aún tengo a mi familia. No pierdo mi fascinación por mi tierra. Por lo maravillosa que es mi ciudad. Añadir un proyecto tan importante a mi agenda es un reto, pero me estimula mucho pensar que han confiado en mí para darle al festival una dimensión internacional importante.

dpa: El director de orquesta argentino Daniel Barenboim está preocupado por la formación musical de las personas hoy en día y recuerda la importancia de acercar este ámbito cultural a la gente ya desde niños para lo que promueve guarderías y escuelas musicales ¿Cree que existe un déficit de cultura musical en España? ¿Se podría llevar a cabo un proyecto como el de Barenboim en España?

Heras-Casado: Creo que hay un déficit absoluto en la enseñanza musical y es ahí desde donde se prestigia la cultura y la música. No se trata solo de formar a músicos profesionales. La música es transmitir una infinidad de valores positivos, solamente positivos, que tienen conexión con otras muchas vertientes de la persona y esto es importantísimo. Es importante formar a personas que crezcan a través de la música en el respeto, en escuchar, en dialogar, en la educación de la sensibilidad, del diálogo y también de la disciplina. Luego cada persona puede aplicarlo a la música o a cualquier otro ámbito. En España no existe. No se trata de crear más escuelas de música, que también, se trata de integrar la música en la educación elemental (…) Lo que está haciendo Barenboim es muy importante, porque personas como él le dan visibilidad a ese problema (…) Es algo que me preocupa últimamente, y cada vez más, y me gustaría en el futuro poder promover y dar visibilidad a este problema.

dpa: ¿Cree que en ese acceso musical juega un papel importante el precio de las entradas?

Heras-Casado: Yo no creo en eso. Es una cuestión de prioridades. Salir a tomar unas cervezas en Madrid cualquier noche vale lo que vale una entrada en el Teatro Real. Depende de qué entradas claro. Se puede ir por 20 euros y por 30 euros. Es una cuestión de prioridades y de valorar.

dpa: Hoy en día se puede ser una persona bien formada culturalmente sin estar en contacto con la música, algo que antes parecía imposible ¿Seguiremos teniendo una vida musical en 50 años?

Heras-Casado: Por supuesto. Soy optimista completamente. Esto es un tema que no es nuevo. Si uno consulta la hemeroteca puede ver que en los años 40 o 50 se decía que el público estaba envejeciendo. Es un tema constante.

dpa: En Berlín parece haber una mayor pasión por la vida musical…

Heras-Casado: Sí, claro, pero Berlín es un caso excepcional. Es una ciudad relativamente pequeña con seis orquestas, tres óperas, compañías de ballet, grupos de cámara, etc. Lo que pasa en Berlín no pasa en casi ninguna otra ciudad del mundo. Creo que pasa por una cuestión de tradición, de historia. La música forma parte del ADN de la sociedad. El artista, el músico, cuenta con un prestigio social enorme. Un músico es tan importante como un abogado, un médico o un arquitecto. La música tiene un papel muy importante en la vida de las personas (…) Es un país en el que cuando hay crisis invierten más en cultura. Después de la guerra lo primero que hicieron fue reconstruir las casas y las orquestas. En lugar de recortar se le ha dado más importancia, porque es donde residen los valores. Hay que agarrarse a la identidad y la identidad es la cultura con mayúsculas de un país.

dpa: ¿Cree que eso se podría aplicar a España en estos momentos?

Heras-Casado: En estos momentos debería, pero es imposible. Yo no soy pesimista, pero algo así es imposible, porque falta una base. Sin esa base cuando llega un momento de crisis de identidad es difícil decir quiénes somos y cuando alguien decide reivindicar una cultura en seguida se le tacha de ser de aquí o de allí. Aquí a nadie se le ocurriría tildar a nadie de fascista o nacionalista por reivindicar la cultura alemana y la música alemana. Esto está por encima de todo. Algo que debería ser igual en España.

dpa: A lo largo de su vida también pasó unos años en Barcelona

Heras-Casado: Pasé unos cuantos años en Barcelona después de pasar muchos años en Granada. Decidí irme a Barcelona por su tradición coral (…) Me fui como se dice con una mano delante y otra detrás, como inmigrante para trabajar y abrir fronteras. Trabajé dos años allí.

dpa: ¿Qué opina sobre la situación política en esa región?

Heras-Casado: Bueno, en ese sentido a mí lo que me preocupa es la situación cultural. Yo soy músico y es de lo que me tengo que ocupar. Lo que yo piense u opine no va a aportar nada. Creo que hoy en día también hay demasiado espacio para la opinión de mucha gente y poca objetividad. Hay que pensar un poco con menos apasionamiento. Hoy en día hay ciertas cosas que hay que pensar menos con la emoción y más con la razón. En este sentido yo soy músico y me preocupa la situación social y cultural en general. Esto no es bueno para nadie y bueno, espero que pase pronto y haya cordura y un poco más de raciocinio a la hora de afrontar las cosas. En cosas que son tan importantes y delicadas no se pueden meter las emociones.

dpa: Como padre de familia, ¿cómo transmite su pasión por la música?

Heras-Casado: Mi hijo es muy pequeño, pero para mí lo más importante y bonito es pensar que pueda vivir la música como una parte natural, una parte más de su vida. Para mí fue un caso extremo, porque fue una cosa que nadie se podía esperar. Fue un impulso mío. No va a ser el caso de mi hijo, porque desde antes de nacer ya ha estado oyendo música y desde bebé ya ha estado en ensayos (…) Que luego él sea músico o no, de verdad que me da igual.

dpa: Berlín cuenta con una escena musical envidiable a la que se suma la nueva sala Pierre Boulez diseñada por el arquitecto estadounidense Frank Gehry donde tocó este jueves. ¿Qué opina sobre ella?

Heras-Casado: Pienso que es un acontecimiento, que es producto de nuestro tiempo. Está hecho para esta sociedad. Un lugar de encuentro artístico entre el público y los artistas. El propio espacio en sí crea este espacio íntimo de relación donde el público puede respirar al artista, porque no existe una barrera física entre el escenario y el público, porque es también una academia, porque es también un espacio abierto de reunión, de encuentro, de discusión social, política, artística amplia. Creo que en una ciudad como Berlín ese tipo de modelo es un modelo de referencia que podría ser un ejemplo y un faro sobre el papel que debe jugar la música.

dpa: Daniel Barenboim le invitó a dirigir el tradicional concierto de Año Nuevo en Berlín, ¿cómo es su relación con él?

Heras-Casado: Fue un honor enorme. Barenboim me conocía muy poco hasta el momento (…) Coincidí con él en el festival de Lucerna y en seguida me acogió, creamos una amistad estupenda. En seguida me ofreció, me dio este honor, el concierto que él ha dirigido históricamente casi los últimos 30 años y me cedió el testigo. Para mí fue un paso importante para estrechar la relación con él y con la orquesta de Berlín.

dpa: ¿Cómo ve acaparar también titulares de la prensa rosa por su matrimonio con la presentadora de televisión Anne Igartiburu?

Heras-Casado: No me molesta en absoluto. Siempre es con el mayor de los respetos y reconocimiento. De lo único que se habla es de la trayectoria profesional y personal (…) No hay que tener tanto complejo en este sentido.

PABLO HERAS-CASADO: Nacido en Granada (España) en 1977. Titular de la Orchestra of St. Luke’s desde la temporada 2012/2013, fue además nombrado principal director invitado del Teatro Real de Madrid en 2014. Ese mismo año fue elegido «Director del Año» por la prestigiosa revista «Musical América». Asimismo, es invitado habitual de las orquestas sinfónicas de Chicago y San Francisco, así como de Los Angeles Philharmonic, Staatskapelle Berlin, Münchner Philharmoniker, Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks, Mariinsky Orchestra y Metropolitan Opera.

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