El referéndum del 1-O y la solución a la cuestión catalana ha aumentado las divisiones internas del PSOE. La Ejecutiva liderada por el secretario general, Pedro Sánchez, apuesta por el diálogo como una de las fórmulas necesarias para solventar el debate territorial. Ya lo demostraron votando no en el Congreso a la moción de Ciudadanos. Sin embargo, el ‘susanismo’ se encuentra más cerca de la idea naranja que de la de su líder.
Ciudadanos presentó en el Congreso de los Diputados, y lo hará en distintos municipios y comunidades, una moción de apoyo al Gobierno y al Estado por las medidas adoptadas con el fin de evitar la celebración del referéndum convocado para el 1-O.
Los socialistas pidieron incluir enmiendas en esa moción: apoyar expresamente a los alcaldes catalanes no independentistas y apostar por el diálogo como solución. Ciudadanos dijo no, y su moción quedó sepultada por la mayoría de la oposición.
Sin embargo, esa misma propuesta podría salir adelante en el Parlamento andaluz. El equipo naranja de la Cámara va a presentar este jueves una moción similar y previsiblemente podría contar con el apoyo del PSOE de Susana Díaz. A cambio, simplemente, la moción incluirá una mención a los alcaldes catalanes no independentistas. De diálogo, nada.
La Ejecutiva de Sánchez envió una circular a todos los cargos electos de España donde rogaba votar no a la propuesta de Ciudadanos porque no casa con la idea y estrategia defendida por el secretario general.
Ferraz apuesta por crear una comisión – ya aceptada en el Congreso – que estudie la modernización del Estado autonómico español, una vez que pase el 1 de octubre. Una propuesta rechazada por Ciudadanos y que ha agrietado aún más la relación entre Albert Rivera y Pedro Sánchez.
