El ‘caciquismo’ en las federaciones deportivas: décadas de presidencias sin rival

Corrupción en la RFEF

El ‘caciquismo’ en las federaciones deportivas: décadas de presidencias sin rival

En las federaciones territoriales en fútbol y en las de otros deportes abundan presidentes longevos.

Federación espanola de futbol RFEF villar Las Rozas

Reelegido por cuarta vez tras imponerse con el 99% de los votos en unas elecciones en las que no se ha presentado ningún rival. Esta frase no corresponde a ningún presidente de federación deportiva en concreto, pero podría valer para muchos. No hay más que buscar en internet el nombre de los presidentes que son mencionados en este artículo para reparar que el sistema federativo español se ha consolidado ‘a la búlgara’.

La crónica del escándalo anunciado que ha supuesto la detención y encarcelamiento de Ángel María Villar por presuntas irregularidades cometidas durante sus casi tres décadas (desde 1988) al frente de la Real Federación Española de Fútbol ha destapado una supuesta red clientelar que protagonizaban algunos responsables del fútbol territorial.

Entre ellas, la exigencia a los árbitros de cobrarles un 5% de su salario a cambio de mantener su status arbitral o incluso promocionarlo. Esas son algunas de las informaciones que han salido de la Audiencia Nacional y que algunos árbitros, como Pino Zamorano en una entrevista en El Español, han admitido.

Estas prácticas de organización criminal (comisiones a cambio de no perjudicarles) han sido recibidas por la ciudadanía con menos sorpresa de la esperada. Son muchos los que sabían-imaginaban estas presuntas prácticas argumentando la longevidad en el cargo de los responsables como una de las razones a la pérdida de transparencia.

El ‘chollo’ de las federaciones territoriales

Lo cierto es que, como informa sindicatoarbitral en su página web, son muchos los presidentes de las federaciones regionales de fútbol que llevan décadas en el cargo. El ejemplo más significativo, Juan Padrón, ‘mano derecha’ de Villar, encarcelado por la operación Souble, y presidente de la Federación de Fútbol de Tenerife desde….1978. La Constitución y Juan Padrón.

Sin embargo, Padrón no es el único. Eduardo Herrera, presidente de la Federación Andaluza de Fútbol, lleva 31 años en el cargo. Desde 1986. El mismo año que accedió a la presidencia de la Federación Valenciana Vicente Muñoz Castelló, y en la que aún sigue como presidente.

El presidente de la Federación de Las Palmas, Antonio Suárez, lleva en el cargo desde 1989, Óscar Fle Latorre, de la Federación Aragonesa, desde 1992, Maximino Martínez, de la Asturiana, desde 1994, Marcelino S. Maté Martínez, de la Castellano-leonesa, desde 1996 y Antonio Escribano, de la Manchega, desde ese mismo año también.

A su lado, Miquel Bestard, de la Federación Balear, Diego Martínez, de la Melillense o José Migue Monje, de la Murciana, parecen amateurs. Sin embargo, estos tres llevan 14, 13 y 13 años respectivamente al frente de sus federaciones.

Presidentes de Comités Técnicos de Árbitros

En la misma línea que los responsables del fútbol regional, los encargados de los árbitros en las federaciones acumulan también años (muchos años) de experiencia. Como recoge sindicatoarbitral en su web, la federación Tinerfeña vuelve a llevarse el gato al agua con el presidente más experimentado. Norberto Castilla lleva como presidente del Comité Técnico de Árbitros de Tenerife desde 1987. 30 años.

Con solo un año menos de experiencia, es decir, con 29 años en el cargo, el responsable de los árbitros de Castilla y León, Fernando de Andrés Merino y José Miller Andrés, de la federación Valenciana. Ambos presidentes desde 1988.

Otras federaciones, otros deportes, mismas ‘manías’

Lo que sucede en el fútbol no es, de momento, extrapolable a otras federaciones en cuanto a presuntas redes clientelares destapadas por la Justicia. Sin embargo, sí que encuentra parangón en la tendencia a elegir al mismo presidente de federación durante décadas.

Eso es lo que ha sucedido en la Real Federación Española de Automovilismo, presidida por Carlos Gracia durante 32 años. Reelegido sucesivamente hasta en siete ocasiones, Gracia se invistió presidente en 1984. Desde entonces hasta 2016, fecha en la que (milagro) fue derrotado por Manuel Aviñó.

El sueldo de Garcia en los últimos años superaba los 120.000 euros al año y sus movimientos económicos fueron denunciados por Gaspar Llamazares en el Congreso de los Diputados.

Otro clásico de los presidentes ‘ad infinitum’ es José María Odriozola, presidente de la Federación de Atletismo de 1989 a 2016. En esos 27 años, lo mejor y lo peor, quién sabe si entrelazados. Por un lado, los éxitos y expansión del atletismo español, con Fermín Cacho, Abel Antón, Alberto García, Julio Rey, Paquillo Fernández o Marta Domínguez. Por otro, los procesos de dopaje (que afectó a varios de estos deportistas) y la contratación de Eufemiano Fuentes como médico deportivo para preparar la cita de Barcelona 92.

El presidente de la Federación Española de Taekwondo, Jesús Castellanos, lleva en el cargo desde 2005. En ese tiempo ha podido disfrutar de los éxitos olímpicos de su disciplina y ha sido detenido por la Policía Nacional en relación a un supuesto fraude en la administración de subvenciones.

Él niega la mayor, y quienes deciden quien es presidente de la federación parece que le creen. Este mismo año, con el proceso judicial todavía abierto, ha sido reelegido con el voto de 51 personas. Participaron 52.

Agustín Martín Santos, reelegido hace no mucho, y por quinta vez, presidente de la Real Federación Española la Voleibol (RFEVB), lleva en el cargo 17 años. Cobra más de 60.000 euros al año y desde el 2000 lidera una federación donde los éxitos internacionales no parecen llegar.

Carmelo Paniagua es el presidente de la Federación de Patinaje y Juan Barcos el de Judo. Ambos llevan 12 años al frente y han sido reelegidos en sus cargos para los próximos años. De hecho, Barcos fue reelegido con el 99% de los votos de los asistentes a la Asamblea General. No hubo rival.

Rafael Cortés, contigo empezó todo

Rafael Cortés Elvira fue secretario de Estado de Deporte entre 1993 y 1996, en la última legislatura de Felipe González como presidente.

El 7 de marzo de 1996, el Gobierno del PSOE abolió el tope de mandatos en las federaciones deportivas. La limitación en el mandato de los Presidentes de las Federaciones, establecida en un máximo de tres períodos ininterrumpidos, dejaba de ser efectiva. A cambio, la variación del artículo 17 del Real Decreto 253/1996 determinaba que:

“Es razonable que sean las propias Federaciones las que adopten la decisión más conveniente a sus intereses, situación y funcionamiento democrático respecto a los mandatos de sus respectivos Presidentes”.

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