Las enfermeras desmontan el plan para reconvertir los hospitales públicos madrileños

Sanidad

Las enfermeras desmontan el plan para reconvertir los hospitales públicos madrileños

AME demuestra que los hospitales privatizados también tienen problemas poblacionales.

    Jubilado persona mayor jubilacion

    En los últimos días, la política sanitaria en la Comunidad de Madrid ha tenido como protagonista a la población más mayor. La Consejería de Sanidad se ha marcado minimizar el problema demográfico al que se enfrentará la región en los próximos años. Y para ello, en primera instancia, apuntó al Hospital Universitario de Móstoles reconvirtiendo 130 camas en unidades de media y larga instancia.

    Rápidamente, profesionales, organizaciones y vecinos salieron al paso rechazando el plan que, a su entender, sólo buscaba desmantelar el hospital público mostoleño para beneficiar al Hospital Rey Juan Carlos, que también se ubica en la localidad, pero que es de gestión privada. Convirtiendo la mitad del Hospital Universitario de Móstoles en camas de media y larga instancia, los servicios de dicho centro se esfumarían en su gran mayoría, lo que beneficiaría al complejo que está en manos de la empresa Quironsalud-Fresenius. Bajo ese razonamiento, la oposición a los planes anunciados por el consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, fue contundente.

    Nuevos planes, mismas sospechas

    De la misma manera, los múltiples colectivos que se oponían a esta reconversión siguen recordando cómo el antiguo hospital de Puerta del Hierro está infrautilizado, pese a las peticiones de que se convierta en un centro de media y larga instancia. Unos movimientos del Gobierno regional que daban fuerza a las sospechas que tenían las organizaciones y profesionales. Vista la rápida reacción, Sánchez Martos ha tenido que salir al paso de la idea inicial achacando el conflicto a un posible problema de comunicación de su departamento. Y, acto seguido, ha aseverado que no sólo en Móstoles se poblará de camas de media y larga instancia: también en otros seis centros públicos.

    La Paz, el Gregorio Marañón, el 12 de Octubre, el Hospital de Getafe, el Universitario de Móstoles y el Príncipe de Asturias contarán con camas para pacientes de media y larga estancia de aquí a 10 años. Así lo ha determinado el consejero de Sanidad. Y aunque ha prometido que la cartera de servicios de estos centros no se verá afectada, las enfermeras encuentran serias lagunas. “Consideramos obsceno el ataque, sin paliativos, que el Partido Popular intenta perpetrar de nuevo contra la sanidad pública”, denuncia la Asociación Madrileña de Enfermería Independiente (AME).

    Y es que el análisis que ha realizado la asociación deja en evidencia que sólo se planteé retocar los hospitales públicos cuando los hospitales privatizados tienen más motivos para minimizar el envejecimiento de la población. Según ha calculado AME, un ejemplo se podría ver en Móstoles: mientras que el Hospital Universitario de Móstoles atiende, como desgranan los datos del SERMAS de 2015 (últimos que se tienen), a 20.811 personas mayores de 65 años de un total de 159.712 ciudadanos, el Rey Juan Carlos lo hace a 29.811 personas de esta edad de un total de 173.128 ciudadanos.

    “En medio de toda la polémica con el intento de reconversión de camas anunciada en el Hospital Universitario de Móstoles, resulta muy sospechoso observar que, a pesar de tener una población bastante semejante a la de su vecino Hospital privatizado Rey Juan Carlos, la población mayor de 65 años en el hospital público es más de un 4% inferior”, concluye AME. Un 13% de la población mayor de 65 años tiene como centro asignado el público y un 17% de esta franja poblacional tiene como hospital de referencia el privatizado.

    ¿Reconvertir la Fundación Jiménez Díaz?

    Pero la comparación no se queda únicamente en el municipio del sur de Madrid que es el nuevo foco de protestas. Las miradas de AME se han asentado sobre la Fundación Jiménez Díaz: “Resulta curioso comprobar que el buque insignia de la sanidad privatizada, la Fundación Jiménez Díaz, sea el hospital de la red pública que más población mayor de 65 años tiene (tras el Gregorio Marañón y La Paz, aunque ambos tienen ya unidades de media y larga estancia) y, a pesar de ello, la Consejería no se plantea obligar a Quironsalud-Fresenius (que también gestiona este centro) a dotarse de camas de media y larga estancia”.

    Un estudio realizado por la asociación de enfermeras extrae una serie de datos que muestran cómo los hospitales anunciados por el consejero de Sanidad para que ubiquen camas de media y larga instancia tienen en los centros privatizados casi mayor necesidad. La comparación entre hospitales muestra cómo el Hospital de Torrejón (privatizado) cuenta con un 17% de la población asignada mayor de 65 años, mientras que el Príncipe de Asturias baja el dato hasta el 14%.

    De la misma manera, AME sospecha que los planes afecten a otros centros como al Hospital de La Paz: “Llama enormemente la atención que el consejero anuncie la creación de unidades de media y larga estancia en el Hospital de La Paz, donde ya existen dos centros con importantes unidades de este tipo”. O en el Gregorio Marañón que para las enfermeras “es escandaloso” que se mire a dicho complejo hospitalario “cuando la Consejería lleva sumiendo en el máximo abandono” del antiguo Hospital Puerta del Hierro.

    Por todo ello, AME exige a la Comunidad de Madrid que para abordar la cronicidad debe contar con algo “fundamental”: que se haga de “forma rigurosa y transparente”.

    “¿Cómo piensa resolver el envejecimiento de la población adscrita al Rey Juan Carlos?”

    Desde AMYTS, al poco de estallar la movilización contra la reconversión del Hospital Universitario de Móstoles, tampoco pasaron por alto los argumentos del Gobierno regional para iniciar el plan. Si el consejero de Sanidad apostaba por la necesidad de convertir camas en larga y media estancia al ver que la población mostoleña mayores de 65 años aumentará del 15% al 22% en los próximos años, la asociación se preguntaba por “cómo piensa resolver el envejecimiento de la población adscrita al Hospital Rey Juan Carlos”, así como que cuál es el plan para atender a la población joven “con 130 camas menos”.

    “Tampoco dice que no toda la población geriátrica requiere estancias prolongadas y que otros pacientes no ancianos (oncológicos, neurológicos…) requieren ingresos de larga duración y estos pacientes – como los ancianos – existen en todas las áreas sanitarias. Hay una falta de coherencia de esta medida de tan gran calado, con el contexto de inauguraciones de centros hospitalarios de pacientes agudos, llevadas a cabo por la Consejería de Sanidad en los últimos años”, replicaba AMYTS a inicios de la semana.

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