En menos de cinco meses los directores de tres de las cinco cabeceras grandes que hay en España han sido sustituidos. En el plazo de tiempo que va desde diciembre de 2013 año hasta el pasado 4 de mayo, los directores de ‘La Vanguardia’, ‘El Mundo’ y ‘El País’ han sido sustituidos. Quedan otras dos cabeceras grandes, ‘La Razón’ y ‘ABC’ donde, a pesar de los rumores al respecto, no se ha producido ningún cambio.
En los ambientes financieros madrileños, además, se ha consolidado el convencimiento de que en estos dos últimos diarios no va a producirse ningún movimiento, al menos hasta que el actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, abandone La Moncloa.
El motivo que quienes defienden esta opinión aducen para justificar su teoría es que tanto Francisco Marhuenda como Benito Rubido, los actuales directores de ABC y La Razón, cumplen todos los requisitos necesarios para ocupar este tipo de cargo en la España de hoy.
Y, ¿cuáles son estos cláusulas de obligado cumplimiento? Pues, según estos teóricos, no siempre bien informados, básicamente dos: no incomodar a la Zarzuela y tener buenas relaciones personales con Rajoy y su entorno.
Marhuenda
El caso de Francisco Marhuenda es de sobra conocido. El actual director de ‘La Razón’ se afilió al PP en 1995 y sólo unos meses después, en 1996, ya empezó a ‘trabajar’ con Rajoy.
Cuando el actual presidente era ministro de Administraciones Públicas, Marhuenda fue nombrado director de su gabinete. En 1999, cuando su ‘mentor’ se fue a Educación, el periodista le siguió y ocupó el mismo cargo que tenía en el otro ministerio.
Luego en 2000, con Rajoy de ministro de la Presidencia, el actual director de ‘La Razón’ fue nombrado director general de Relaciones con Las Cortes, un cargo en el que también dependía directamente de su ‘amado’ jefe.
La militancia de Marhuenda en la causa monárquica también es de sobra conocida. Algo que comparte con el director de ABC Benito, o Bieito, Rubido. Es obvio que, por la tradición del periódico y su empresa editora quien ocupe la dirección tendrá asegurada esta característica.
Pués bien, Rubido también tiene una cercanía bastante directa con el entorno de Rajoy. Y más ‘antigua’ incluso que la de Marhuenda. El director de ABC tiene dos peculiares hermanos que son altos cargos del PP gallego.
Uno de ellos, Leopoldo Rubido, ha sido alcalde de Cedeira, su pueblo, durante 32 años y acaba de dejar el cargo en manos del otro, su hermano Luis Rubido. Leopoldo, además, tuvo como mentor político a Gonzalo Fernández de la Mora, el mismo que Rajoy.
Monumento
En 1977, Leopoldo inauguró un monumento a Franco en esta localidad y el acto de honor estuvo presidido por Fernández de la Mora, que se distanciaría de Manuel Fraga y AP por considerarlos demasiado ‘izquierdistas’.
Y, aunque Rajoy, se mantuvo en AP, a principios de la década de los ochenta, como puede verse en las hemerotecas, publicó varios artículos en los que realizó verdaderos panegíricos de la obra y el pensamiento de De la Mora.
Y, en fin, a pesar de que los rumores sobre la salida de Benito Rubido de la dirección de ABC han sido constantes en los últimos tiempos, El sigue ahí y quien se ha marchado ha sido Enrique Ybarra que ocupaba la presidencia de Vocento.
Su sustituto Rodrigo Echenique es, según los análisis publicados sobre este asunto, una figura de consenso y ha sido elegido para solucionar las discrepancias entre las hermanas Luca de Tena y la familia Ybarra.
Y, en cuanto a las nuevas incorporaciones al exquisito club de los directores de diarios grandes españoles, parece que estas características explicadas antes también se mantienen. O más o menos.
Godó
El nuevo director de ‘La Vanguardia’ Marius Carol, elegido por Javier Godó para sustituir a José Antich, que ocupa ahora la corresponsalía en París del diario, fue durante mucho tiempo el encargado de realizar para este diario el seguimiento de la información generada por la Casa Real.
Y, a diferencia de Antich, no hay mucho rastro de ‘soberanismo’ en su curriculum, ni una cercanía excesiva a CiU y Artur Mas. Carol es, según se dice, muy moderado.
El beneficiario de la voladura de Pedro J. Ramírez en ‘El Mundo’ es Casimiro García Abadillo. Un hombre que, siempre según cuentan estas lenguas afiladas de crediblidad cuestionable, se mueve bajo la tutela y supervisión de Carmen Martínez Castro, la actual secretaria de estado de Comunicación.
En cuánto al ‘flamante’ director de ‘El País’, Antonio Caño, se asegura que su relación con el príncipe Felipe se remonta a los años en que el heredero estudió en la Universidad de Georgetown, en Washington, donde el periodista era corresponsal.
De ahí le vienen la presunta ‘buena sintonía’ con Zarzuela. Además, dentro de la redacción Caño es ampliamente conocido por estar situado en el extremo más a la derecha de la geografía profesional del diario madrileño.
Con estos argumentos, esas lenguas viperinas se explayan y aseguran que tal uniformidad entre los directores de los periódicos grandes no pudo conseguirla casi ni siquiera, el dictador Francisco Franco.
Y también aconsejan tener mucho respeto a Rajoy, este gallego, que ha logrado, en cuanto al control de los periódicos grandes de circulación nacional, lo mismo, o más, que su paisano, sin hacer mucho ruido y sin necesidad de encabezar una sublevación militar facciosa para salirse con la suya.
