Los padres acusan a Botella de querer ‘vender’ las escuelas infantiles al mejor postor

Educación

Los padres acusan a Botella de querer ‘vender’ las escuelas infantiles al mejor postor

Ana Botella, alcaldesa de Madrid

La escuela infantil ‘Las Nubes’, gestionada desde hace años por una cooperativa sin ánimo de lucro, es una de las afectadas por las políticas de la alcaldesa de Madrid. Las escuelas infantiles públicas de Madrid están en peligro. Así lo afirman los padres de los niños que acuden a ‘Las Nubes’, una escuela infantil municipal ubicada en el distrito de Retiro gestionada desde hace años por una cooperativa sin ánimo de lucro. El equipo directivo de este centro se ha encontrado de frente con el Ayuntamiento que dirige Ana Botella, que se ha negado a concederle una prórroga y ha decidido poner el centro en manos del mejor postor. Los padres se quejan de que no se prime el proyecto educativo vigente y de que, abierto el plazo de matrícula para el próximo curso, todavía no saben quién cuidará de sus hijos.

La situación de la escuela infantil de Las Nubes es muy delicada. Según ha indicado a ElBoletin.com la plataforma ‘No me bajo de Las Nubes’ (integrada por padres, familias de exalumnos, educadoras y vecinos del distrito de Retiro), no sólo no se conoce aún “qué equipo educativo estará a cargo del centro cuando empiece el curso académico”, sino que además los pliegos que rigen los concursos para la concesión de escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid “dan un peso demasiado importante a la parte económica, dejando la puerta abierta a que empresas que hacen recortes abusivos se lleven la gestión poniendo en riesgo la calidad ofrecida por los centros”.

Es más, se quejan de la “subida de tasas” aplicada por la consejera de Educación, Lucía Figar, que hace que “muchas familias con menos recursos se queden excluidas de la educación infantil de 0 a 3 años”. Por ello piden a Botella la prórroga del actual equipo gestor, la cooperativa Nuevo Proyecto Educativo Val, para que “los padres sepamos qué equipo gestionará el centro en septiembre”, y a la Comunidad de Madrid una revisión de las condiciones de los pliegos de las escuelas infantiles para “devolver el peso al proyecto educativo” que existía antes de 2009.

Esta plataforma explica que antes de esa fecha “se otorgaba una partida presupuestaria al centro y la cooperativa, adaptándose a ese presupuesto, presentaba su oferta educativa. La mejor propuesta educativa ganaba. El presupuesto se hacía por módulos (centro, aula y horario ampliado)”. Sin embargo, en 2009 todo cambió y se pasó a un modelo en el que se otorgaba un 60% de la nota al proyecto económico y un 40% al proyecto educativo. Posteriormente volvió a modificar, otorgando un peso del 45% al proyecto económico, otro 45% al proyecto educativo, y un 10% al proyecto en inglés y al personal extra.

Además, este colectivo alerta de que ‘Las Nubes’ no es la única escuela infantil del Ayuntamiento que está en esta situación, pidiendo una prórroga para trabajar un año más, sino que también hay que mencionar a ‘Hiedra’ (Canillejas), ‘El Duende’ (Centro), ‘Amanecer’ (Vicálvaro), ‘Aguadulce’ (Tetuán), ‘Las Viñas’ (Moncloa-Aravaca), ‘La Caracola’ (Fuencarral), y ‘El Lirón’ (Moratalaz).

Debido a que el peso económico es mayor, se ha propiciado la entrada de empresas en estos centros educativos. Empresas de servicios vinculadas a sectores de limpieza, jardinería o seguridad (como Grupo Norte, Eulen o Clece) que según ‘No me bajo de Las Nubes’ ganan la gestión “con presupuestos a la baja y desbancando a cooperativas con muchos años de experiencia educando niños”.

Una situación que, unida a la subida de tarifas de hasta el 175% implantada por el PP en los últimos años, está provocando el vaciamiento de las Escuelas Infantiles públicas. Aunque este año la Comunidad de Madrid ha congelado los precios, estos dependen de la renta per cápita de las familias, que pagarán entre 80 euros al mes (para familias con ingresos inferiores a 5.644 euros) hasta 260 mensuales (para rentas de más de 25.725 euros). A esto hay que sumar el precio del comedor (94 euros), el coste para bebés menores de un año (60 euros) y la prolongación de la jornada (15 euros por cada media hora).

Por ello son muchos los que han optado, según un estudio realizado por los sindicatos, por renunciar a su plaza en la pública y optar por uno privado para beneficiarse de las subvenciones que concede el Gobierno regional (los denominados cheques-guardería). Precisamente hace unos días se ha sabido que la consejera de Educación madrileña, Lucía Figar, disfruta de una de estas ayudas a pesar de tener una unidad familiar cuyos ingresos superan los 125.000 euros anuales.

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