El veterano periodista señala que Rouco Varela “el acto religioso deriva siempre en político”, tal y como pasó ayer en el funeral de Estado de Adolfo Suárez. “Que un Estado aconfesional celebre un funeral de Estado confesional es un sinsentido. En este sinsentido vivimos”. Así ha arrancado Iñaki Gabilondo su comentario diario en la Cadena SER sobre el acto religioso celebrado ayer en memoria del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez.
Según el veterano periodista, “el sinsentido se redondeo” si el que oficializa este funeral es el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ya que “el acto religioso va a derivar en político”. Algo que se puso de manifiesto ayer.
“Durante el sermón, homilía, discurso, Rouco Varela”, según Gabilondo, “habló de política, de España e instó a todos a la concordia invocando el nombre de Suárez”. Un mensaje que choca con la propia actitud del expresidente de la Conferencia Episcopal, ya que “él ha contribuido a los actuales disensos como miembro activo, activo y de parte”.
Asimismo, ha destacado que durante su discurso ayer en la Almudena, Rouco Varela “hizo una extraña alusión a los riesgos de una guerra civil y que podrían causar otra”. Declaraciones tras las que a Gabilondo le hubiera gustado un “turno de réplica” desde el púlpito, ya que habría sido “muy interesante” conocer la opinión de los asistentes a este funeral.
Respecto a esta mención sobre la guerra civil, el veterano periodista no entiende los motivos de cardenal arzobispo de Madrid para referirse a este suceso y ha recordado que en “las circunstancias que precedieron al golpe podríamos hablar de muchas cosas, entre ellas, del papel de los propio correligionarios de Rouco Varela”.
“¿Insinuaba también Rouco Varela que corría riesgo de desestabilización este papel como consecuencia de la situación social que había denunciado Cáritas? No lo creo”, ha asegurado Gabilondo que ha señalado en los últimos años el expresidente de los obispos no se ha caracterizado por hablar sobre este tema.
Por todo ello, ha insistido en que lo ‘vivido’ ayer fue “un funeral de Estado confesional en un Estado aconfesional y además un funeral de Estado religioso que tuvo bastante de político”.
