Padres y estudiantes se quejan de que la reforma educativa obligará a cambiar cientos de libros de texto, incrementando el gasto de las familias. La Marea Verde vuelve a la carga contra la Ley de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), ahora por los cambios curriculares que plantea y que obligarán a cambiar cientos de libros de texto. Padres y estudiantes afirman que el único objetivo de José Ignacio Wert es favorecer el negocio de las editoriales, sin importarle la situación de las familias, que verán incrementado su gasto de cara al curso que viene.
Tal y como ha indicado a ElBoletin.com José Luis Pazos, portavoz de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), si el Ministerio de Educación quiere libros nuevos, tendrá que pagarlos porque “las familias no vamos a poner el dinero”. “Que sea el Gobierno el que se haga cargo”, ha defendido Pazos, que ha afirmado que los padres están cansados de “pagar estos caprichos”.
En su opinión, los cambios curriculares que contempla la LOMCE no requieren un cambio completo de los libros, como defienden las editoriales, porque lo que se está promulgando realmente es “un cambio en la forma de enseñar”, y para eso no hace falta cambiar los contenidos, sino instruir a los profesores para que cambien su forma de enseñar los contenidos, algo que no contempla la reforma de Wert, ha recordado Pazos. “Los libros de texto siguen siendo válidos”, ha dicho el portavoz de CEAPA, que ha criticado que las editoriales hayan empezado ya a trabajar en los nuevos libros cuando los cambios curriculares son provisionales y todavía deben pasar por el Consejo Escolar del Estado.
Para los padres, los cambios en las materias “son menores”, pero las editoriales están aprovechando “para cambiar el libro completo” auspiciadas por Wert, que sólo busca que “el negocio” de la industria “tenga una subida de los ingresos”, que van a acabar por pagar las familias.
Pazos ha asegurado que en CEAPA no están dispuestos a ello, por lo que seguirán trabajando con los sistemas de préstamos que se han puesto en marcha para ayudar a las familias más perjudicadas por la crisis y que no pueden hacer frente al gasto que suponen los libros de texto cada curso.
Y en la misma línea se ha expresado la secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Ana García, quien ha criticado que esta nueva medida del Ministerio “demuestra que hay poca preocupación por mejorar la calidad educativa, y mucha en garantizar los beneficios millonarios de las editoriales”. Tal y como ha indicado, el Gobierno sólo busca “engordar los beneficios” de este sector, “que cada año gana en torno a los 1.000 millones de euros”.
“Wert beneficia a las editoriales y perjudica a los ciudadanos, porque las medidas que se han tomado este año para afrontar los gastos de 1.300 euros de media por alumno en material escolar cada curso, como los bancos de libros y el intercambio, se vuelven inservibles” si se cambian los libros, ha dicho la líder estudiantil.
García considera un “escándalo que se permita un atentado más, que además es una hipocresía tremenda” porque este curso, y según un estudio del Defensor del Pueblo, cerca de un millón de estudiantes han perdido las becas de libros debido a los recortes del PP. “Los libros de texto deberían ser gratuitos, nada de garantizar negocios suculentos”, ha concluido la representante del Sindicato de Estudiantes.
Por su parte, fuentes cercanas al sector editorial han indicado a este medio que el argumento de padres y profesores es “sorprendente” porque la conocida como ‘ley Wert’ modifica “la metodología de enseñanza y los contenidos”. Tal y como han explicado estas fuentes, es un problema de metodología, ya que ahora no se trata sólo de enseñar contenidos, sino de que los alumnos sepan usar esos contenidos, por lo que “los libros tienen que hacerse de otra manera”.
Estas fuentes han recordado que las editoriales preparan nuevos libros con cada nueva ley, pero la elección es en última instancia cosa del profesor. “Esto siempre ocurre cuando hay un cambio de ley, y no es para favorecer a la industria”, ya que el sector tiene que hacer una inversión que puede no recuperar “si dentro de dos años cambia el Gobierno y elimina la LOMCE”. “Lo ideal sería una ley que perdurase en el tiempo”, han concluido estas mismas fuentes.
Según ha publicado la Cadena SER, la Asociación de Editores de Libros de Texto (ANELE) calcula que la renovación de manuales de 180 asignaturas costará a cada editorial entre 3 y 90 millones de euros en función de su especialización por materias. No obstante, el presidente de esta entidad, José Moyano, ha asegurado que el sector hará todo lo posible para que la renovación de materiales no vaya acompañada de un incremento de los precios.
El Ministerio de Educación prevé aprobar los nuevos currículos en febrero, pero según ha podido saber este diario las editoriales ya están trabajando en los nuevos libros sobre las previsiones actuales, y si tras el paso por el Consejo Escolar hay algún cambio sólo será cuestión de hacer adaptaciones.
