Movilizaciones contra la nueva privatización de Ignacio González: la de la donación de sangre

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Movilizaciones contra la nueva privatización de Ignacio González: la de la donación de sangre

Centro de donación de sangre

CCOO recoge 20.000 firmas para que no desmantele el Centro de Transfusión del Comunidad de Madrid. Oposición y sindicatos han dado la voz de alarma contra una nueva privatización del Gobierno de Ignacio González: la del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid (CTCM), que el Ejecutivo regional quiere poner en manos de una entidad privada, Cruz Roja.

CCOO, que forma parte del comité de empresa de dicho Centro de Transfusión, denuncia además la falta de transparencia con la que se está realizando dicha privatización ya que, tal y como explica el sindicato en un comunicado, se pretende hacer mediante un llamado “convenio de coordinación secreto, cuyo contenido nadie conoce, ni los trabajadores ni sus representantes, ni la oposición, ni la opinión pública”.

Por ello, los trabajadores de dicho centro han recogido cerca de 20.000 firmas de la ciudadanía en contra de la privatización y desmantelamiento de la extracción externa de la donación de sangre, que han en la Asamblea de Madrid.

Ayer, el portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Comisión de Sanidad de la Asamblea de Madrid, Javier Rodríguez, negó “rotundamente” que el servicio de transfusión y donación de sangre de la Comunidad de Madrid se vaya a externalizar.

Como explicó, hasta ahora la “recolecta” o donación de sangre y su posterior tratamiento eran dos procesos desarrollados de forma paralela tanto por Cruz Roja como por el Centro de Transfusión, dependiente de la Comunidad de Madrid. A partir de ahora, la Cruz Roja asumirá el trabajo de donación de sangre y el centro de transfusión se centrará en el tratamiento del plasma recogido, señaló Rodríguez.

pérdida de empleo

Desde CCOO advierten que “según los pocos datos facilitados por la Consejería de Sanidad, la privatización del servicio de extracción externa de la donación de sangre, afectará a más del 60% de la plantilla” y avisan que “en torno a 130 trabajadores estarán afectados por un proceso de reordenación interna en el centro y a ‘traslados forzosos’ a otros centros del SERMAS, lo que supondría, una vez más, pérdida de empleo en los centros receptores, además de proceder a despidos y no renovaciones de contratos”.

Y señalan que lo lógico para evitar la duplicidad que existía en Madrid, “habría sido la absorción de la labor, anacrónica, que hacía Cruz Roja en nuestra comunidad por el Centro de Transfusión público. No al revés”.

Además, CCOO quiere que los madrileños valoren el trabajo que hacen los trabajadores del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, haciendo notar que “la seguridad de la sangre que se transfunde a los enfermos comienza en las campañas de donación y en la selección de los donantes, todo ello basado en el altruismo. La garantía más absoluta es el control público directo desde su obtención hasta su distribución”.

Destacan que este centro “tenía como fin regular la donación de sangre y de sus componentes, evitar la dispersión de medios en el tratamiento y análisis de la sangre así como reducir costos mediante la centralización en una sola institución”.

Y presumen de que “hace ya muchos años que en ningún hospital público madrileño se ha tenido que paralizar o posponer una operación a ningún paciente por falta de sangre”. “Este mérito corresponde al CTCM”, concluyen los representantes sindicales.

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