Los sindicatos critican la decisión de la presidenta manchega de enviar a la clínica Ruber a estos pacientes, sobre todo porque hace unos meses los hospitales de la región asumían esas operaciones. María Dolores de Cospedal parece haberse propuesto ampliar el negocio de la sanidad privada. Así lo denuncian los sindicatos, que han cargado contra la presidenta manchega por derivar a una clínica privada de Madrid, concretamente a la Ruber, a los pacientes del Hospital de Ciudad Real que requieren una cirugía cardiaca. Estas organizaciones critican que se opte por esta medida cuando hace unos meses los hospitales de la región asumían estas operaciones.
Más de 200 kilómetros. Esa es la distancia que la presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha obliga a hacer a los pacientes de Ciudad Real que deban operarse del corazón, que hace unos meses sólo debían recorrer poco más de 50 kilómetros para este tipo de intervenciones, ya que eran derivados al Hospital General de Albacete, donde sí existe esa especialidad.
Así lo ha denunciado CSI-F, que según recoge la prensa regional ha cargado contra esta nueva política de Cospedal porque conlleva mayores gastos para los usuarios y las familias. El Servicio de Salud manchego (SESCAM) sólo cubre los gastos del paciente, y no las costas del transporte y del alojamiento de los acompañantes.
El sindicato no entiende que los recursos económicos de la región acaben no sólo en otra comunidad autónoma, sino en una clínica privada, que según parece también está recibiendo a otros pacientes manchegos.
Tal y como asegura CCOO, además de los pacientes de cirugía cardiaca, el Hospital General de Ciudad Real también ha propuesto a sus enfermos de cirugía vascular operarse en Madrid, y más concretamente en la Ruber, San Francisco de Asís y Beata Mariana de Jesús.
Esta organización sindical asegura que el SESCAM ha propuesto a más de una veintena de pacientes en lista de espera (la mayoría aquejados de varices) operarse en Madrid, aunque no han aceptado porque el Hospital de Ciudad Real cuenta con esa especialidad y la fecha de la intervención estaba muy cerca, por lo que no les compensaba pasar por las incomodidades derivadas de un traslado a la capital.
CCOO cree que las derivaciones de las operaciones de cirugía vascular, que podrían realizarse en el propio Hospital General de Ciudad Real, forman parte de “una nueva directriz para reducir las listas de espera”, y no descarta que “se sumen otras especialidades quirúrgicas que cuenten con una alta demora en sus operaciones”.
Una situación que fue denunciada hace un mes por el PSOE manchego. El portavoz de Sanidad del Grupo Socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, Fernando Mora, criticó las derivaciones a clínicas y hospitales privados de otras comunidades autónomas, sobre todo de Madrid, porque “los centros sanitarios públicos de la región cuentan con medios” para hacerse cargo de las operaciones. Para el socialista esta forma de actuar pone en evidencia “la mala gestión y la falta de compromiso con la sanidad pública que tiene el Gobierno de Cospedal”.
Comunidad Valenciana
Aunque Cospedal no es la única que ha dado impulso a las derivaciones a la privada en el PP. Su compañero de partido y presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, también es experto en ello. Precisamente hace unos días el Gobierno levantino anunciaba un nuevo ‘plan de choque’ para agilizar las listas de espera quirúrgicas, consistente en enviar a 7.000 pacientes a centros privados.
Para ello, informó Europa Press, la Consejería de Sanidad valenciana invertirá alrededor de nueve millones de euros “hasta final de año”. Este departamento aseguró que se está elaborando un fichero de pacientes que recibirán el aviso para acogerse a este ‘plan de choque’, aunque las derivaciones no se realizarán si no hay “aceptación voluntaria del paciente”.
