El colectivo de enfermería lo tiene claro: el copago de los medicamentos de dispensación hospitalaria que ha decretado Ana Mato no generará ningún tipo de ahorro a las arcas públicas. El sindicato SATSE no sólo indica que “la recaudación que se va a obtener es inapreciable en el total del presupuesto sanitario”, sino que va un paso más allá al asegurar que el Estado acabará pagando cara esta medida. Los enfermos crónicos con dificultades económicas que no puedan afrontar el pago de estas medicinas optarán por no seguir el tratamiento, por lo que empeorarán y su tratamiento costará más dinero al sistema sanitario público.
Así lo ha asegurado SATSE en un comunicado, en el que además carga contra la nueva medida adoptada por el Ministerio de Sanidad por “injusta e inútil”. En opinión de las enfermeras, el copago hospitalario “puede repercutir negativamente en el proceso de cuidado y tratamiento de los pacientes afectados”.
El sindicato ha recordado que los fármacos que se incluyen en la normativa aprobada la semana pasada por el departamento que dirige Ana Mato (cáncer, esclerosos múltiple o hepatitis C, entre otros), “ya tienen una serie de controles muy estrictos que impiden el abuso”, por lo que “la recaudación que se va a obtener es inapreciable en el total del presupuesto sanitario”.
A juicio de SATSE, la medida es “una nueva barrera que dificultará el acceso a medicamentos necesarios a los sectores de la población con menos recursos económicos, lo que puede provocar que las personas que no puedan afrontar ese gasto opten por no continuar el tratamiento”.
De ser así, continua el comunicado, “su problema puede agravarse, con la consiguiente repercusión negativa en su salud, además de mayores gastos para el sistema sanitario por las complicaciones que pudieran originarse y requerir un tratamiento más largo, más medicamentos o más técnicas”.
El sindicato, que rechaza cualquier fórmula de copago porque “los usuarios del Sistema Nacional de Salud ya pagan por los servicios que reciben, a través de sus impuestos”, asegura que “existen distintas alternativas que mejorarían la situación de nuestra Sanidad sin tener que recurrir a cobrar más dinero a los ciudadanos cuando reciben la prestación sanitaria”.
