De un lado está Gema Araujo, la alcaldesa socialista de La Línea de la Concepción. Del otro, José Ignacio Landaluce, alcalde popular de Algeciras. Ambos mantienen un fuerte enfrentamiento en torno a la postura del Gobierno sobre el limítrofe Peñón de Gibraltar.
La alcaldesa ha expresado su oposición a las medidas anunciadas por el Gobierno español para imponer una tasa de 50 euros ante la escalada de tensión del gobierno gibraltareño. «El anterior alcalde del PP ya intentó instaurar este peaje» pero en su opinión, esta medida pone en riesgo «6.000 puestos de trabajo» y «genera más crispación». El propio Financial Times va más lejos con las cifras y este lunes aseguraba en un artículo sobre la polémica que hasta 10.000 españoles podrían sufrir el peaje por motivos laborales.
En declaraciones a la emisora esRadio, la alcaldesa expresó su confianza en la «vía del diálogo» para solucionar el conflicto, rechazando que ésta esté «agotada». Asimismo, rechazó que las medidas llevadas a cabo durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero hayan perjudicado a la situación del municipio español: «Del Foro tripartito de Gibraltar se sacaron consecuencias positivas para la comarca», resaltó, aludiendo a la revalorización de las pensiones de los trabajadores españoles en Gibraltar, la gestión del aeropuerto o la pesca.
Por su parte Landaluce ha demostrado, en comentarios al mismo medio, mantener una postura absolutamente contraria a la de su vecina. Así, desmintió que Moratinos tuviera nada que ver en el reconocimiento de las pensiones. «Estaba a punto de salir una sentencia europea que daba la razón a España y jugaron hábilmente para reconocerlo». Landaluce explica que la actitud de Gibraltar es no dar un paso atrás y de “tomar lo que no es suyo”. Además, el dirigente popular fue más allá y acusó a Araujo de cenar habitual en casa de Fabián Picardo, ministro de Gibraltar.
