El vicepresidente de la CEOE, acusado de pagar con dinero negro a los trabajadores de su empresa Grupo Cantoblanco, mantiene una estrecha relación con la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre, y con su sucesor al frente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, que ha quedado de manifiesto con la defensa a ultranza que ha hecho de sus políticas. Asimismo, es familia política de Gerardo Díaz Ferrán, ya que una hermana de la mujer de Arturo Fernández estaba casada con uno de los hermanos del fundador de Marsans, ahora fallecido.
El actual presidente de los empresarios madrileños es muy amigo de Esperanza Aguirre y ha mostrado en más de una ocasión la profunda admiración que siente hacia ella. Esta relación comenzó en la infancia, cuando Arturo Fernández y la ‘lideresa’ compartieron pupitre en el Colegio Británico, y se ha mantenido con el paso de los años, tanto que ambos estaban juntos en Bombay cuando escaparon ilesos de una cadena de atentados en el hotel Oberoi.
Su sintonía personal y política no ha parado de crecer. Primero Fernández apoyó la carrera política de su amiga cuando se presentó a las elecciones autonómicas de 2003 en Madrid. El empresario realizó varios donativos por un importe total de 60.000 euros a Fundescam, una fundación del PP de Madrid, asunto que ha sido investigado en el sumario del ‘caso Gürtel’.
Aguirre se hizo con el poder ese año, y desde entonces no ha dudado en ‘ayudar’ al presidente de la patronal madrileña, quien se ha hecho con varias adjudicaciones al calor de su relación con la ‘lideresa’. El Grupo Cantoblanco ha logrado adjudicarse los contratos para ofrecer servicios de restauración en cafeterías y comedores de la Asamblea de Madrid e incluso en algunos de los nuevos hospitales levantados por la Comunidad de Madrid, como el Infanta Leonor de Vallecas o el Hospital Universitario Fundación de Alcorcón.
Asimismo, no hay que olvidar la defensa a ultranza que ha hecho Arturo Fernández de las políticas de la presidenta del PP madrileño y su sucesor al frente del Gobierno regional, Ignacio González. En la CEOE, Arturo Fernández siempre ha defendido las ideas más radicales frente a la apuesta por el diálogo marcada por Joan Rosell, e incluso ha llegado a afirmar que “el Gobierno de Rajoy tendrá como espejo el de Esperanza Aguirre”.
Tanto es así que Arturo Fernández incluso escribió una carta que molestó a la CEOE, ya que en ella ensalzaba las políticas tributarias “razonables, justas y equitativas” de la Comunidad de Madrid frente a las “contraproducentes” del Estado y el Ayuntamiento de la capital.
Y no sólo en eso queda patente que su buena relación con Aguirre se ha extrapolado a su sucesor en la Comunidad de Madrid. Arturo Fernández ha fichado a la esposa de Ignacio González, Lourdes Cavero, como vicepresidenta de CEIM y le ha encomendado las relaciones entre este organismo y la Unión Europea. Se trata de un cargo creado expresamente para ella y por el que cobra 78.000 euros brutos anuales.
Tampoco hay que olvidar que el presidente de los empresarios madrileños es familia política de Gerardo Díaz Ferrán. Concretamente, una hermana de la mujer de Fernández estaba casada con uno de los hermanos del fundador de Marsans, ahora fallecido. Esto no les convierte necesariamente en compañeros de cenas navideñas, bodas y bautizos, aunque sí que mantuvieron una relación cercana hasta que Díaz Ferrán empezó a tener problemas con la Justicia por sus empresas.
Gerardo Díaz Ferrán dejó la patronal madrileña en manos de Arturo Fernández, y según se comentaba en los mentideros políticos es su época de mayor relación sí se llamaban cuñados, aunque no lo fueran estrictamente hablando, pero se distanciaron cuando el madrileño hizo frente común con Joan Rosell para sacarle de la presidencia de la CEOE, al verse lastrado por sus problemas empresariales.
