¿Se convertirá en un nuevo Pasok o habrá ‘restauración’? Así ven Iglesias y Errejón al PSOE

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¿Se convertirá en un nuevo Pasok o habrá ‘restauración’? Así ven Iglesias y Errejón al PSOE

Iñigo Errejón y Pablo Iglesias

Los documentos presentados por cada una de las candidaturas reflejan las diferencias existentes en la manera de observar el pasado, el presente y el futuro socialista. El exsecretario general del PSOE de Madrid, Tomás Gómez, aseguró que el secretario político de Podemos, Iñigo Errejón, tendría“mucho que aportar” en el Partido Socialista. A tenor de la capacidad demostrada por Errejón para el análisis político, posiblemente no le falte razón al señor Gómez. Del mismo modo que no erraría si hubiera dicho Pablo Iglesias.

Sin embargo, las palabras de Gómez van dirigidas exclusivamente al secretario político acordes a la versión extendida entre los socialistas: “con Iñigo Errejón al mando de las negociaciones, Pedro Sánchez sería ahora presidente del Gobierno, y no Rajoy”.

Una versión que, si bien carece de varios anexos explicativos, transmite la percepción generalizada de que Podemos tendría una relación diferente con el PSOE si dependiera de Iñigo Errejón.

¿Qué dicen los documentos de Podemos sobre el PSOE?

El documento (borrador) de la candidatura Recuperar la Ilusión, defendida por Iñigo Errejón, admite que la interpretación de las causas de la “quiebra” del PSOE ha sido la base de las primeras diferencias estratégicas que han surgido en Podemos.

Según los ‘errejonistas’, abordar la relación con el PSOE de manera “inteligente y laica” ha sido siempre mucho más productivo para Podemos que la negación “obsesiva y choque frontal”. Aseguran que la relación con los socialistas debe ser más “hábil”, esto es, más dialogante, sin que ello implique una ‘subalternización’.


En el fondo está la voluntad ‘errejonista’ de querer “construir pueblo” sobre una nueva mayoría que se ajuste al concepto abajo-arriba, y no sobre la izquierda-derecha. Según los postulados de Recuperar la Ilusión, la estrategia ‘pablista’ de resistencia margina al partido y le impide ampliar su electorado.

Mientras no llegue la apertura de Podemos, los ‘errejonistas’ consideran que el partido estará “perdiendo un tiempo precioso” para aprovechar la crisis del PSOE. Las posiciones resistencialistas (las relacionadas con Iglesias) de “cavar trincheras”, dicen, se basan en “una agenda de reivindicaciones centradas exclusivamente en los sectores más empobrecidos, que huye de cualquier entendimiento, y en una línea ideológica que considera que la transversalidad ha rendido todo lo que podía”.

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Según ellos, esa forma de actuar va a provocar que “la restauración (del PSOE) esté mucho más cerca” porque los socialistas tendrán la iniciativa – que permita Rajoy – para presentar ante la opinión pública sus “mejoras en las condiciones de vida” (SMI o pobreza energética).

Además, los errejonistas creen que existe la necesidad de plantear un horizonte alternativo de “certezas y seguridades” (trabajo institucional) que vaya acorde a la voluntad de “orden” que votaron los españoles el 26-J.

Por eso creen fundamental “recuperar la iniciativa demostrando que somos capaces de presionar al gobierno, de liderar acuerdos”, demostrar que Podemos puede ser útil ya y “seducir a los sectores más diversos”.

Por último, los ‘errejonistas’ consideran que las posiciones frontales al PSOE se deben a una “obsesión” con los socialistas que “tiene más que ver con las deudas pendientes de una parte de la izquierda (¿IU, PCE?) que con Podemos”.

El PSOE para Pablo Iglesias

El Plan2020 para ganar al PP, los documentos asociados a Pablo Iglesias y a los miembros más próximos al secretario general, recuerda que el abandono de las ideologías marxista y leninista del PSOE y del PCE, respectivamente, fue fruto de la voluntad de no querer dar miedo a amplios sectores sociales (contexto post-dictadura).

Según los ‘pablistas’, aquello es relativamente aplicable al tiempo contemporáneo, donde “las élites siempre quieren parlamentarizar los conflictos como una manera de desactivarlos”. Esa frase va directa a la voluntad ‘institucional’ y de no generar miedo (a las clases medias) de los errejonistas.

A pesar de que ambas corrientes defienden que son compatibles tanto el trabajo institucional como el social, Plan 2020 defiende que “si el pueblo está, habla, debate y participa, se consiguen los cambios”.

La postura de la corriente interna asociada a Pablo Iglesias defiende un periodo de resistencia, de movilización social y de ‘repliegue’ ideológico. El borrador de documento presentado insiste en dar “batalla contra la triple alianza de PP, PSOE y Ciudadanos”, queriendo reflejarse como la única alternativa posible al régimen del 78. El principal y único partido de oposición.

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Esto implica un fortalecimiento – y ampliación – de las fronteras que separan a Podemos con el PSOE, al que apenas distingue del PP y C´s.

Los considerados como ‘pablistas’ asumen que el PSOE no experimentará un deterioro como el del PASOK en Grecia, pero al contrario de lo que creen los errejonistas, dudan que los socialistas vuelvan a ser “lo que fue”.

En esa línea, es probable que eviten ‘comprar’ medidas mediáticas a los socialistas, ya que por la aritmética del Parlamento, cualquier propuesta podría otorgar mayor protagonismo al PSOE que a Podemos. Al mismo tiempo que invalidaría la estrategia del ‘todos contra mí’.

Una de las iniciativas clave del PP y del PSOE en los últimos meses ha sido la relacionada con la subida del SMI (salario mínimo interprofesional), una medida inspirada inicialmente en Podemos pero que otorgó los laureles mediáticos al PSOE. Voluntad exclusiva del PP, por otra parte, interesado en ‘recuperar’ a los socialistas para la causa bipartidista.


En ese sentido, y al contrario que Recuperar la Ilusión, Plan 2020 cuestiona la eficacia institucional, ya que consideran que el Gobierno puede bloquear cualquier medida o ‘chantajear’ a los socialistas con un adelanto electoral.

Por eso creen que los representantes de Podemos en las instituciones “no pueden convertirse en políticos, sino que deben seguir siendo militantes y cumplir una tarea al servicio del interés colectivo […] Debemos seguir situando en la agenda política las demandas populares”. 

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